Cuando productores de cine combaten la piratería pactando con los 'piratas'

  • Productores de cine ecuatorianos, vendedores informales y espectadores han alcanzado un pacto para combatir la venta ilegal de películas.
  • En Ecuador los discos piratas no sólo se venden en las calles o a la salida de conciertos, sino en tiendas que desarrollan su jornada a la vista del público como cualquier otro almacén.
  • Los productores decidieron acudir a estas tiendas y pactar con los vendedores un precio asequible para copias originales.
  • Con el "pacto" todos ganan, pues 'piratas' y productores logran ingresos.
Interior de una sala de cine.
Interior de una sala de cine.
GTRES
Interior de una sala de cine.

Un paradójico "pacto tácito" entre productores de cine ecuatorianos, vendedores informales y espectadores busca combatir la venta ilegal de dvds y democratizar el séptimo arte local con la comercialización de productos originales en centros de distribución "pirata", algo impensable en otras naciones.

Así lo aseguro esta semana la cineasta ecuatoriana Tania Hermida, para quien esto ha sido posible, entre otras razones, por el interés de los artistas locales en recuperar al menos los costes de producción.

La proliferación de discos copiados ilegalmente en el país superó la inicial vigilancia personal de productores de cine ecuatorianos y sus amigos que, para evitar que se comercializaran las obras en copias ilegales, peregrinaban por tiendas de discos piratas.

"Nos dimos cuenta que las tiendas no funcionan solas, son una gran red" y entre ellas circuló la información sobre los "operativos de control" en 2007, lo que "alertó" a los vendedores aunque no frenó la piratería, explicó.

Decidieron entonces profundizar en una campaña de sensibilización sobre la producción nacional y convenir con los "piratas" una "alianza estratégica", aunque "paradójica", para que vendan copias originales a un precio asequible para el público.

En Ecuador los discos piratas no sólo se venden en las calles o a la salida de conciertos, sino en tiendas que desarrollan su jornada a la vista del público como cualquier otro almacén.

Se pueden encontrar copias piratas incluso por 50 centavos de dólar, en tanto que los originales más baratos, que nacen del "pacto" con los cineastas nacionales cuestan casi 5 dólares.

"Es trágico ver cómo en otros países hay un divorcio tajante entre los productores de cine y este circuito pirata en donde las películas circulan sin pagar derechos, en copias malas", dijo Hermida, una de las más importantes cineastas de Ecuador.

Según ella, con el "pacto" todos ganan, pues "piratas" y productores logran ingresos, y un público más amplio puede acceder a las obras con copias originales, en algunas de las cuales incluso se documenta el proceso de filmación, gestándose así lo que Hermida llama una "pedagogía colectiva".

A su juicio, otro factor fundamental para la "alianza" ha sido que los productores no tienen un afán de lucro indiscriminado, sino que buscan que la actividad sea rentable para que se siga haciendo cine, además de que el mensaje "caló" en el público.

Aunque suene "loco", todo funciona "por un pacto tácito de la sociedad" que involucra a productores, espectadores y distribuidores de dvds, en un "escenario de equilibrio complejo y difícil", ya que en las tiendas se siguen vendiendo filmes foráneos piratas, dijo.

"Es un fenómeno tan grande, el del dvd pirata, en todos los países que, de algún modo, el Estado ha perdido esa batalla o no la quiere dar de momento, o no la quiere ver, tocar y no quiere hablar de ella, es un tema tabú para una buena parte de los estados", señaló.

El "pacto" en Ecuador es "al menos" un primer paso para democratizar el cine, según Hermida, que aunque no compra dvd piratas, sí ve "una buena parte del cine independiente" en discos ilegales de sus amigos, confesó. "Es evidente que ante la falta de oportunidades que ofrece el mercado, hay que encontrar otra solución", que en este momento no cumple con las normas de derecho de autor "pero garantiza otra: el derecho de acceso a la cultura, a la diversidad", subrayó.

El gran contrasentido es que gran parte del "cine que se necesita ver", según Hermida, se encuentra solo en copias piratas, por lo que se requiere seguir buscando fórmulas que garanticen los derechos de autor pero también el acceso a la diversidad cultural, apuntó.

Siendo "puristas" no se soluciona el problema, opinó Hermida, quien acaba de lanzar el dvd de su película En el nombre de la hija, la segunda tras Que tan lejos, amparadas por el "pacto", al que define como un paso "gigante", de "difícil" definición a largo plazo.

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