La 'banda del acetileno' ha vuelto a actuar esta madrugada en una sucursal de Caja España-Duero ubicada en el vallisoletano barrio de Delicias, donde se han apoderado de un botín próximo a los 10.000 euros tras explotar el cajero automático, según confirmaron a Europa Press fuentes cercanas al caso.

El robo se ha registrado sobre las 03.30 horas en la sucursal situada en la calle Arca Real, en el referido barrio de Valladolid, donde los integrantes de esta banda, la misma que lleva ya reventados en un mes siete cajeros en la provincia de Valladolid, han vuelto a utilizar el gas acetileno, una batería y un cable para explotar el dispensador automático de billetes.

La deflagración ha permitido a los 'cacos' hacerse con un botín cercano a los 10.000 euros, al tiempo que ha provocado cuantiosos daños materiales en la entidad bancaria.

Esta nueva actuación de la 'banda del acetileno' se produce 24 horas después de la perpetrada en la madrugada del miércoles, con el mismo 'modus operandi', en una sucursal de Cajamar en Cigales, aunque al igual que en el robo anterior y en el registrado la madrugada del día 11 en una sucursal del Banco Santander en el barrio vallisoletano de Villa del Prado, los ladrones no han conseguido acceder al dinero del cajero.

En el último mes, la referida banda, amén de los tres citados robos, ha actuado igualmente los pasados días 16 y 28 de noviembre en cajeros de Caja España-Duero en Arroyo de la Encomienda y Sardón de Duero, respectivamente, así como los días 4 y 8 de diciembre en una oficina de Cajar en Aldeamayor de San Martín y el Barclays en el barrio vallisoletano de La Victoria, respectivamente, donde se han apoderado de un botín global próximo a los 60.000 euros.

Precisamente, el pasado día 13 de diciembre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y distintas entidades financieras de Valladolid se reunieron en la sede de la Delegación del Gobierno, en Valladolid, al objeto de estudiar el reforzamiento de las "medidas activas y pasivas" con el propósito de poner fin a la proliferación de robos en los cajeros automáticos registrada en la provincia y que se ha saldado hasta la fecha con un botín cercano a los 56.000 euros y numerosos daños materiales.

Así, los participantes en dicho encuentro acordaron potenciar las medidas de seguridad activa mediante la elaboración de un mapa de riesgo que se elaborará teniendo en cuenta los horarios más propicios para este tipo de robos y la ubicación de las sucursales, ya que los integrantes de la 'banda del acetileno' parecen tener predilección por aquellas ubicadas en lugares abiertos que facilitan su huida y que, además, están provistas de un tipo específico de cajero que aumenta sus garantías de éxito a la hora de su voladura.

La elaboración de ese mapa permitirá a la Guardia Civil y a la Policía Nacional cubrir una mayor zona en horario de riesgo, a lo que se sumarán otras medidas pasivas puestas en marcha por las propias entidades financieras.

Entre ellas, además de un servicio de alarmas más sensible, se baraja desde perforar la chapa de los cajeros para eliminar así su estanqueidad—reduce de este modo el riesgo de deflagración—hasta la instalación de depósitos de tinta que dejan inservibles los billetes en caso de explosión o incluso un dispositivo de 'nariz' que permite detectar la presencia de gas acetileno y pone en marcha determinados mecanismos de protección.