Dos trabajadores del Hospital del Tajo comienzan una huelga de hambre contra la privatización

  • Marisol y Santiago, enfermera y pediatra del hospital de Aranjuez, dejan de comer para conseguir que Lasquetty retire el plan sanitario.
  • Su hospital está entre los centros que la Comunidad quiere privatizar.
  • "Lo hago para que no nos quiten la sanidad por la que lucharon mi padre y mi abuelo", reivindica Marisol.
Santiago y Marisol, pediatra y enfermera en huelga de hambre en el Hospital de Aranjuez.
Santiago y Marisol, pediatra y enfermera en huelga de hambre en el Hospital de Aranjuez.
Plataforma de Trabajadores del Hospital del Tajo
Santiago y Marisol, pediatra y enfermera en huelga de hambre en el Hospital de Aranjuez.

Marisol y Santiago, enfermera y pediatra del Hospital del Tajo (Aranjuez), han llevado la protesta de las 'batas blancas' al extremo. Estos dos trabajadores sanitarios comenzaron una huelga de hambre al mediodía de este miércoles para presionar a la Consejería de Sanidad: "No comeremos nada hasta que el consejero Lasquetty dé marcha atrás en su plan para privatizar los hospitales. Él decide. Nosotros estamos dispuestos a llegar hasta el final", asegura Marisol (de 53 años) en conversación con 20minutos.es.

La idea de iniciar una huelga de hambre les venía rondando desde hace días por la cabeza. "Lo hablamos a principios de esta semana, pero pensamos que sería mejor dar un margen de confianza a la Consejería en su negociación con los trabajadores", explica la enfermera. Sin embargo, las últimas intervenciones de Lasquetty les han hecho dar el paso: "Hasta hoy hemos mantenido la esperanza de que la Comunidad podía dar marcha atrás. Está todo el sector unido, los ciudadanos nos apoyan y les hemos dado una alternativa de ahorro. Pero se acaba el tiempo y no se bajan del burro. Así que ahora es el momento de ponernos en huelga de hambre".

De momento, solo consumen agua. Ni siquiera le añaden suero para obtener algo de alimento. "Entendemos los riesgos que corremos. Somos profesionales de la salud y sabemos que mantenerse sin comer es muy duro, muy peligroso; nuestras vidas corren peligro, lo sé. Pero no nos han dejado más remedio", asegura Marisol, que lleva un mes encerrada en el Hospital del Tajo, uno de los que entran dentro del plan de privatización.

De hecho, reconoce que no aconsejaría a nadie que siguiera sus pasos. "Si me viene alguien diciendo que se quiere poner en huelga de hambre, intentaría por todos los medios quitarle la idea de la cabeza", dice la enfermera. Aún así, en el resto de hospitales madrileños hay profesionales que se están planteando seguir su ejemplo como medida de presión.

"Se lo debo a mis hijos"

Su protesta, además, trasciende lo laboral. "Yo soy fija, mi compañero Santiago también. En principio nuestros empleos no corren peligro. Pero esto no lo hacemos por nuestro trabajo... lo hago porque a estas alturas de la vida no pienso permitir que nos quiten la sanidad por la que tanto lucharon mi padre y mi abuelo. Se lo debo a mis hijos. ¿Qué les vamos a dejar a ellos?", reivindica Marisol.

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