El Pleno del Congreso rechaza una retirada del Impuesto de Depósitos a tipo cero que pedía el PSOE

La oposición dice que el Gobierno busca "jorobar" a las comunidades y que defiende los "privilegios" del sector financiero

El Pleno del Congreso ha rechazado este martes —con los votos del PP y UPN y la abstención de UPyD y Foro Asturias— retirar el Impuesto sobre Depósitos Bancarios a tipo cero, tal y como pedían los socialistas, con el argumento del grupo mayoritario de que la creación de este gravamen busca "evitar distorsiones" en el mercado financiero para recuperar el crédito.

La portavoz de Hacienda del PP en la Cámara baja, Ana Madrazo, ha señalado que "no todo lo constitucionalmente correcto procede económicamente" y ha señalado que "la obligación de un Gobierno responsable es legislar para evitar los riesgos de segmentación del mercado financiero".

"No se trata de cercenar la capacidad tributaria de las comunidades autónomas, sino de poner orden en el sistema. En un momento de profundas reformas del sistema financiero, en que hay graves dificultades de acceso al crédito, no podemos permitirnos distorsiones en nuestro mercado", ha dicho, recordando además que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dejado la puerta abierta a sustituir el tipo cero por un tipo "moderado" así como a crear el Impuesto de Transacciones Financieras pero "en coordinación con la UE".

Por último, ha acusado a los socialistas de "ir siempre a lo fácil" y "confundir a la opinión pública" al decir que con este gravamen el Ejecutivo busca "favorecer a las entidades financieras". "Nada más alejado de la realidad, eso es minimalismo político", ha zanjado.

Chapuza "made in montoro"

Por su parte, el diputado socialista Antonio Hurtado ha comenzado afirmando que este gravamen es una "chapuza made in Montoro" y que su único objetivo es "evitar que las comunidades autónomas que lo están recaudando puedan seguir haciéndolo" mediante la creación de "un artilugio, una artimaña tributaria, un impuesto ficticio, para seguir dando privilegios a los bancos" a cambio de "meter la mano en el bolsillo del contribuyente".

Además, ha avisado a los 'populares' de que al menos Extremadura, Andalucía y Canarias —que contaban con este impuesto antes de la decisión del Gobierno— recurran al TC la medida y ha exigido al Ejecutivo que compense a las regiones por lo que ya no podrán recaudar, fondos necesarios para cubrir servicios públicos,

Finalmente, ha vuelto a reclamar la creación de un impuesto sobre las Transacciones Financieras que alivie la situación de las cuentas del Estado.

Es una "artimaña"

Por su parte, la diputada de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Laia Ortiz ha defendido las enmiendas de su grupo (dos de las cuales han sido aceptadas) y ha acusado al Gobierno de cometer "un fraude democrático" con la introducción de la medida "por la puerta de atrás", mediante una enmienda en el Senado.

Además, cree que este gravamen abunda en la "recentralización, como casi todo lo adoptado" por el PP, al "negar poder tributario a las comunidades autónomas". "Y es también una injusticia e insensibilidad, porque se salva al sector financiero mientras se ahoga a la gente", ha añadido, rechazando que un gravamen autonómico supusiera ni fragmentación del mercado ni huída de capitales.

"¿Y qué hay tras esta artimaña? Que el Gobierno está al servicio del sector financiero. Con la banca hemos topado. El sector financiero es intocable, el más privilegiado fiscalmente. Este tributo tapón se crea en un acto de deslealtad con las comunidades. Poner un tipo cero con el único objetivo de que las comunidades no puedan aprobar el tributo es hacer trampas, es un fraude", ha dicho.

Por último, la diputada catalana ha hecho referencia a la aprobación de este gravamen por la Generalitat, expresando su satisfacción, y sus críticas por no haberlo hecho antes. "Pero seguramente la razón es que ahora que el PP ha protegido a la banca, CiU se atreve porque sabe que, al final la banca, no se verá afectada", ha concluido.

Desleal con las comunidades

El portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre, también ha anunciado su voto a favor de la moción (en la que han introducido una enmienda para que el impuesto de Transacciones se cree en coordinación con la UE), alegando que en una "situación excepcional" como la actual "ha llegado el momento de implementar nuevos tributos".

"No entendemos que, dada la situación excepcional y delicada de la economía, el PP se 'enteste' cada día más en implementar unas actuaciones desleales que ahogan sistemáticamente las finanzas de las comunidades e, incluso —y ojalá me equivoque— de poder llegar a exterminar las comunidades a través de mecanismos que impidan la financiación correcta", ha zanjado Sánchez Llibre.

Su homólogo en UPyD, Álvaro Anchuelo, ha avanzado la abstención de su formación ante un impuesto "económicamente equivocado" porque "no va a gravar a la banca, sino a los depósitos" con lo que "al final se trasladarán a los depositantes" mediante una reducción de su rentabilidad o mayores comisiones.

Además, ha coincidido en que podría generar "fenómenos de deslocalización" y ha abogado por otro tipo de cambios fiscales que graven a las entidades financieras "evitando que eso repercuta en los ahorradores". En cualquier caso, el diputado ha reprochado al Gobierno que "un error no se puede corregir con otro error", en relación a la creación de un tipo cero "con pocos precedentes" y que introduce "injusticias" al obligar a compensar a unas regiones y a otras no.

Un impuesto para jorobar

El portavoz adjunto de ERC, Alfred Bosch, ha defendido que se grave a las entidades que han llevado al país a la actual situación sin que eso repercuta sobre los ahorradores —congratulándose de la aprobación de este impuesto en Cataluña—, y ha criticado que el PP se comporte "como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer".

"Qué gran invento, un impuesto a tipo cero. Es un gran logro universal que constará en los anales de la historia tributaria del mundo entero: un impuesto que no sirve para recaudar. ¿Y para qué sirve? Pues para jorobar. Si quieren lo digo más claro: sirve para impedir que otros recauden. Eso es deslealtad", ha añadido, criticando que con eso se obligue a que "la gente corriente" acabe pagando la medida. "Hacen que sus desmanes los tengamos que pagar entre todos, y eso es lo más feo de todo", ha zanjado.

El diputado de Amaiur Rafael Larreina, por último, coincide "totalmente" con el fondo de la moción y rechaza las medidas "recentralizadoras" del Gobierno, pero ha anunciado su abstención porque la moción no tiene en cuenta el sistema fiscal vasco y navarro.

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