La asociación de vecinos de la plaza Mestre Vicent Ballester Fandos, donde el Ayuntamiento había previsto la construcción de una iglesia, están satisfechos con su traslado a otro solar y con la paralización de los trabajos en el parque, pero piden que no se eternice. Ahora, el recinto sigue vallado y no ha entrado ningún obrero a trabajar, aunque han arrancado columpios y juegos infantiles.El líder vecinal, Juan Antonio Chiquillo, recibió el pasado martes la llamada del concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, quien le trasladó la «excelente predisposición» del Arzobispado para una solución de consenso.
Bellver aseguró que mantendrá informados a los vecinos sobre cualquier novedad y les manifestó que tanto él mismo como la propia alcaldesa han entablado conversaciones con el Arzobispado para encontrar una nueva ubicación al templo.
Los vecinos, por su parte, no han realizado ninguna propuesta sobre qué descampado podría albergarlo, ya que creen que es «cosa del Ayuntamiento y de sus gestiones con el Arzobispado», aseguraron.
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