La comisión de Pesca del Parlamento Europeo ha pedido este martes una fuerte reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que ponga fin a los descartes y proteja la pesca sostenible, con medidas concretas contra la sobrepesca como la gestión de los recursos en base a su rendimiento máximo sostenible (RMS) a partir de 2015.

El informe adoptado por los eurodiputados apuesta por "una política pesquera realmente sostenible" desde 2015, con medidas para recuperar los stocks y lograr el llamado RMS, es decir, que no se capturen más peces de los que se puedan recuperar, ha resumido en rueda de prensa la ponente del texto, la socialista alemana Ulrike Rodust.

Otro de los asuntos clave de la futura reforma, que debería cerrarse en 2013 pero arrastra retraso, es el de los descartes, la pesca accesoria que es devuelta al mar por su escaso valor en el mercado y que representa cerca del 25 por ciento del total de capturas.

Los eurodiputados han pedido que se ponga fin a esa práctica y se obligue a los pescadores a descargar en puerto todo lo pescado, pero no de manera inmediata, como defendía la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, sino de manera "progresiva" a partir de 2014, de acuerdo a un calendario específico por especie.

Rodust ha explicado que esa aplicación progresiva del veto de los descartes culminará en 2020, con el objetivo de dar tiempo a los pescadores a adaptarse, porque, según ha recalcado la eurodiputada, el Parlamento Europeo no solo ha valorado los intereses de las especies pesqueras, sino también los del sector.

Este calendario está en la línea de la posición pactada en julio por los Veintisiete de cara a las negociaciones con la Eurocámara. Los Estados miembros coinciden con el compromiso de acabar con los descartes y avanzar hacia el rendimiento máximo sostenible, aunque, al igual que los eurodiputados, de forma escalada y no inmediata.

Ajustado voto

El informe será la posición que defienda el Parlamento Europeo en las negociaciones con los Veintisiete si recibe el apoyo mayoritario de los eurodiputados cuando se someta al voto del pleno, previsto para febrero o marzo. En la sesión de Pesca, el texto ha conseguido pasar por un ajustado voto de 13 a favor y 10 en contra, más dos abstenciones.

El informe europarlamentario coincide también con la posición mayoritaria en el Consejo en cuanto al carácter voluntario del sistema de derechos transferibles, una medida que Bruselas prefiere obligatoria y que España ve con buenos ojos.

Los Verdes en el Parlamento Europeo y varias asociaciones ecologistas han celebrado con entusiasmo el resultado del voto en comisión europarlamentaria porque consideran que abre la puerta a una política pesquera más exigente con la protección de los recursos y la lucha contra la sobrepesca y el exceso de capacidad de la flota pesquera.

"La senda iniciada hoy debería poner fin a una política pesquera destructiva y económicamente ineficiente, basada en la sobrepesca y en el mal uso del dinero público. Dado el carácter tradicionalmente conservador de la comisión de Pesca, este paso nos hace creer que una reforma ambiciosa es posible", ha celebrado el vicepresidente de Los Verdes europeos y eurodiputado de ICV, Raül Romeva.

El socialista Antolín Sánchez Presedo ha destacado, por su parte, la apuesta por la promoción de actividades de la pesca costera y de pequeña escala, "lo que debería incluir la acuicultura y el marisqueo tradicional".

Acogido por los ecologistas

El informe ha sido muy bien acogido por las asociaciones ecologistas, que esperan que sirva también como llamada de atención a los ministros de Pesca de la Unión Europea, que desde este martes negocian en Bruselas el reparto de las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2013.

El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, ha agradecido el papel "clave" de eurodiputados como Romeva y la socialista Dolores García-Herrero para sacar adelante un voto a favor de "la lucha por lograr unas pesquerías europeas sostenibles medioambientalmente y socioeconómicamente".

"Todo ello a pesar de la oposición incansable de ciertos miembros que pretenden mantener el 'status quo' de la sobreexplotación y la crisis crónica de la industria", ha añadido.

Para Greenpeace, se trata de "un punto de inflexión tras décadas de complacencia con la sobrepesca" que debería impulsar a los ministros de Pesca europeos a seguir esa tendencia de una reforma más ambiciosa.