Cocina, baño y escaleras son los lugares de mayor riesgo, sin olvidar ventanas y balcones. Los imprevistos más frecuentes son, en este orden, intoxicaciones, heridas, caídas, ahogamientos, electrocuciones y cortes.

Los datos que se manejaron en este taller dan un doble perfil del niño accidentado: por un lado, el típico intrépido que no teme a nada y, por otro, el poco hábil o con deficiencias sensoriales. En general, los de diez a 14 años, según la responsable del taller de Mislata, «buscan más la aventura e independencia».

Los percances más repetidos en bebés de hasta seis meses son las quemaduras por el agua del baño o el biberón. A partir del año hay que vigilar las medicinas para evitar intoxicaciones.

La prevención es la mejor receta contra estos accidentes. En caso de producirse, los expertos recomiendan avisar al pediatra o llamar al 112, «sin caer en la precipitación o el nerviosismo».

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... si te han sucedido accidentes en casa y cómo los previenes

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Muchos percances son evitables

Desde la Unidad de Promoción de la Salud de Manises insisten en que la mayor parte de los percances domésticos que afectan a los niños «son previsibles y se podrían evitar». Para ello apelan a la responsabilidad de los padres, que deben proporcionarles un entorno seguro, «pero sin caer en la sobreprotección». Los bebés de cero a tres meses tienen más riesgo de asfixia mientras duermen, por lo que es recomendable que pasen la noche sin almohada y sin colgantes en la cuna. Por lo que se refiere a los atragantamientos, recomiendan que la comida sea líquida o triturada y que coman despacio.