Los 36 diputados regionales del PSOE y los ediles socialistas en todos los municipios de la Comunidad se han encerrado de las 21.00 horas de este martes a las 9.00 horas del miércoles- en la Asamblea de Madrid y en sus respectivos ayuntamientos para exigir la retirada de los presupuestos de la región para 2013, cuyas enmiendas se debaten este miércoles y se votarán definitivamente el jueves.

El portavoz socialista en la Asamblea, Tomás Gómez, calificó el encierro como una "reunión permanente" de los socialistas en las dependencias de las instituciones públicas para criticar el "desmantelamiento" que, a su juicio, está haciendo el Gobierno madrileño del sistema sanitario público.

Con esta medida, los socialistas quieren solidarizarse con los profesionales sanitarios que realizan encierros por turnos en los hospitales y centros de salud públicos de la región.

De hecho, los concejales socialistas del Ayuntamiento de Madrid, que permanecen encerrados en las dependencias del grupo municipal en el Palacio de Cibeles, aprovechan las horas para preparar el pleno municipal de este miércoles.

La reacción desde las filas del PP no se ha hecho esperar y ha sido la propia expresidenta regional la primera en expresar su opinión. Esperanza Aguirre advirtió a Tomás Gómez de que "lleva un buen camino" si lo que pretende es "convertirse al 15M y ser un antisistema".

"Los que llevamos muchos años en política, y yo casi llevo 30, sabemos perfectamente el peso del PSOE en Madrid, pero eso sí, si se convierte en un partido ansitistema va a acabar siendo eso, antisistema", añadió Aguirre.

Además, afirmó que "por una vez en su vida" iba a "tomar prestadas" unas palabras del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y lo iba a hacer para "exigir lealtad" a Tomás Gómez.

Con este encierro, el PSOE pretende que el Ejecutivo regional retire el proyecto de presupuestos, que se aprobará definitivamente el jueves con los votos a favor del PP, que tiene la mayoría de la Cámara.

Este mismo jueves, los profesionales sanitarios de la región tratan de convencer al Ejecutivo regional de que retire el plan especial de medidas que conlleva la implantación del euro por receta, la privatización de la gestión de seis de los nuevos hospitales y de 27 centros de salud, además del cierre de centros como los de Pontones o el Instituto de Cardiología y el despido de miles de interinos.

La reunión, según informaron las partes, concluyó sin acuerdo.