Un total de 5,3 millones de catalanes estában llamados a las urnas para decidir la nueva configuración del Parlament. Finalmente, la participación ha sido seis puntos más baja que en los comicios de 2003.

Mientras que en 2003 seis de cada diez (el 62%) de los electores votaron, en el 11-N sólo lo hicieron el 56%. El dato podría haber perjudicado a la izquierda salvo a ICV, ya que PSC y ERC bajan varios diputados.

El avance de la abstención ha sido lamentado por la práctica totalidad de los partidos catalanes, que no han sabido "ilusionar" o "transmitir el mensaje a los ciudadanos" en palabras de varios de los candidatos.

Los catalanes que no se acercaron a las urnas fueron el 43%, el peor dato de toda la democracia, exceptuando a las elecciones de 1992, cuando se registró un 45%.

En estas elecciones, 173.000 jóvenes votaban por primera vez.

En 2003, la participación del 62,54% fue la tercera más alta de la historia en Cataluña y sus resultados se reflejaron en una victoria del PSC en número de votos, aunque CiU obtuvo cuatro escaños más.

Participaciones anteriores:

Dentro de la media

En lo referente a la participación, Sabaté ha destacado que el índice de participación se encuentra en la media de los comicios autonómicos desde 1988., con un descenso de por lo menos 2 puntos con respecto a esa media.

La participación definitiva, atendiendo a los datos de comicios anteriores, podría oscilar entre el 54,87% de 1992 y el 62,54% de 2003, pero Sabaté ha optado por ser prudente y ha evitado avanzar pronósticos.

Su argumento, "la particularidad" de la fecha electoral de hoy -coincidiendo con la festividad de Todos los Santos- aconseja "no hacer ninguna proyección".

Con normalidad

Las elecciones se han desarrollado con total normalidad y los únicos incidentes que se han producido fueron los de los seis colegios que a primera hora de la mañana tenían las cerraduras bloqueadas con silicona.

En otros cinco colegios no se han podido constituir sendas mesas por ausencia de algunos de sus miembros.

Estos comicios fueron los primeros en celebrarse en un día festivo entre semana, que ha coincidido con la celebración del día de Todos los Santos.

Todas las anteriores se celebraron en domingo, a excepción de las de 1980 que fueron convocadas en un día laborable.