La presunta red mafiosa de Gao Ping habría sobornado a aduaneros y políticos chinos

Agentes de la Policía Nacional durante un registro en el polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada.
Agentes de la Policía Nacional durante un registro en el polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada.
EFE
Agentes de la Policía Nacional durante un registro en el polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada.

La red de blanqueo de dinero presuntamente liderada por el chino Gao Ping y asentada en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada sobornó a agentes aduaneros de puertos españoles donde recibía las mercancías de China y a políticos de ese país para realizar negocios inmobiliarios, según indica la Policía en un informe del sumario del caso Emperador.

En el informe, fechado en mayo de 2012, se recogen multitud de conversaciones telefónicas intervenidas a los presuntos miembros de esta trama mafiosa, supuestamente vinculada también con delitos de extorsión, prostitución o inmigración ilegal.

Una de esas conversaciones, en la que interviene Wei Lin, considerado uno de los lugartenientes de Gao Ping, se refiere a los trabajadores de aduanas y demuestra, según la Policía, "que la compra de favores es y habría sido en un pasado reciente una práctica habitual" en sus operaciones comerciales.

En la llamada, Lin y otro hombre hablan del "soborno" al que habrían sometido a los agentes aduaneros de los puertos donde importaban sus mercancías, aunque acto seguido se lamentan de que ya no pueden llevar a cabo esta práctica delictiva. En concreto, el interlocutor de Wei Lin explica que se ha retenido una caja de mercancías de imitación de marca proveniente de Valencia y que no "hay solución" a este contratiempo porque "ya no se puede sobornar a los aduaneros". "Ahora está muy difícil", añade.

Favores al embajador

La trama mafiosa también sobornó a políticos chinos, tal y como se extrae de otra conversación entre un hombre de origen chino y el propio Gao Ping. En ella, el hombre pide a Gao Ping que contacte con políticos de la provincia de Guang Xi, concretamente de una ciudad llamada Wu Hai, para que le den "vía libre" a un proyecto inmobiliario, a cambio de lo cual le ofrece parte de las acciones del mismo. Gao Ping contesta que le ayudará a buscar al "político adecuado" porque "conoce a muchos por la zona".

En otra conversación posterior, Gao Ping habla con Wei Lin de este negocio y este le dice al líder que "después de tantos sobornos" esperan conseguir "gestionar el asunto".

Su trato con políticos chinos también se plasma en otra llamada telefónica en la que el hijo de un exembajador de China en España solicita dinero a Gao Ping para costear sus estudios. Se trata de Cheng Feng Qiu, hijo del exembajador chino Xiao Qi Qiu, lo que, según la Policía, "pone de manifiesto cómo los contactos mantenidos por parte de Gao Ping con la administración de su nación de origen no se limitarían a los políticos que desarrollarían su labor allí, sino que también estaría profundamente relacionado con ellos en nuestro país".

Concluye que el presunto líder de la red mafiosa accedía a pagar subvenciones "que sin duda pudieran suponer contraprestaciones posteriores beneficiosas para sus intereses o los de su organización".

Se denominaban "la sociedad mafiosa"

En el mismo informe policial se reflejan sendas conversaciones entre Gao Ping y dos de los miembros con más estatus de su red, Wei Lin y Yonapina Xia, en las que se refiere a la organización como "la sociedad mafiosa" y les insta a que trasladen a sus deudores esta manera de llamarla para que "comprueben que van en serio".

"Con lo anterior —indica la Policía—, Gao Ping vendría a reconocer de forma directa tanto su conexión como la de su entramado con la mafia, en una más que posible clara alusión a la criminalidad organizada violenta que pudiera haber instaurada dentro de nuestra nación, que emplearía la violencia, amenaza y extorsión para imponer sus normas al resto de miembros de la comunidad china residente en España".

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