El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) expondrá en su entrada principal las obras del escultor valenciano Andreu Alfaro, fallecido esta semana a los 83 años, para "recordar y rendir homenaje al escultor y poner el valor de su obra, una herencia que queda para la cultura valenciana".

Según ha informado la Generalitat en un comunicado, también desde la Conselleria de Educación se dedicará el mes de enero al arte valenciano, donde tendrá una presencia muy especial el escultor. El objetivo es que los estudiantes valencianos conozcan mejor el arte valenciano y a los artistas de la región.

Esta actuación se incluye dentro del proyecto educativo iniciado en octubre bajo el título 'Aprenent de Nou' por el que Educación dedica cada mes a una temática diferente, con unidades didácticas que se ponen al servicio de los centros educativos para que se utilicen en las clases.

La obra de Alfaro ha sido reconocida con numerosos premios: en 1980 recibió el Premio de Honor Jaume I; en 1981, el Premio Nacional de Artes Plásticas; en 1991, el premio Alfons Roig de Artes Plásticas, de la Diputación de València, y la Medalla de la Universitat de València (UV). Asimismo, fue uno de los principales impulsores del IVAM y sus colecciones.

Gracias a su relación con las herederas de Julio González se consiguió la mayor colección de obras del creador de la escultura en hierro. Además, diseñó el logotipo del museo, como una abstracción del acrónimo IVAM y ha donado numerosas obras suyas y de otros artistas.

La última exposición sobre sus 50 años de trayectoria se celebró en el museo valenciano en 2007 y fue comisariada por Vicente Jarque, crítico de arte y profesor de Estética. También es el autor del catálogo razonado de su obra editado por el IVAM y formó parte del Consell Valencià de Cultura, la institución consultiva de la Generalitat, entre diciembre de 1985 y marzo de 1990.

Su carrera

Alfaro inició su actividad artística como dibujante y pintor en la segunda mitad de la década de los cincuenta, realizando sus primeras exposiciones individuales en 1957 y 1958. Desde sus primeras esculturas evidenció su firme compromiso con la experimentación formal que le emparenta con la escultura de herencia constructivista que en ese momento se hacía en Europa.

En 1959 se integró en el Grupo Parpalló, contribuyendo a su reorientación ideológica hacia un arte analítico que entonces se denominó normativismo.