El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña, ha augurado un año 2013 "muy difícil" aunque matizó que hay visos de que a finales de año se podrá comenzar a crecer.

"En 2011 se decía que este año iba a ser mejor. Pues ha sido peor. ¿Qué nos espera en 2013? los visos que hay dicen que finalizando el año podemos comenzar a crecer, pero también va a ser un año muy difícil", destacó durante unas declaraciones a los medios con motivo del Cóctel de Navidad que ofreció este jueves la Institución a los agentes socioeconómicos de las islas.

Grisaleña explicó que el problema radica en que mientras no haya crédito para las empresas y los autónomos "realmente la actividad empresarial no va a resurgir, y el consumo mucho menos".

Asimismo, recordó que éste será su último año como presidente de la CCE, ya que los estatutos de la Institución prevén dos mandatos de tres años cada uno y en estos momentos está a seis meses de concluir su segundo mandato.

"He tenido la suerte —agregó— de defender los derechos de los empresarios como si fueran los míos propios, pensando en todos y no en nadie en concreto. Aquí no puede haber egoísmo, tiene que haber solidaridad y acercamiento".

Esta navidad no hay mucho que celebrar

Durante su discurso navideño ante los agentes socioeconómicos de Canarias, Grisaleña entendió que con los momentos actuales que corren, "no hay muchos motivos para celebrar" y que la "tan ansiada recuperación económica" por la que se ha trabajado desde hace ya cinco años aún queda lejos.

En este punto, criticó que la crisis económica se ha convertido en una crisis de valores e ideas, afirmando que hay que trabajar mucho más para reactivar la economía de las empresas y las familias.

"Canarias necesita crecer y crear empleo. Nos queda sólo un camino, hacer bien las cosas, con estabilidad fiscal y con una política del gasto público seria, rigurosa y responsable. Hay que hacer frente a la 'sólo austeridad' que se ha instalado en las políticas públicas y llevar a cabo más propuestas de reactivación económica", aseveró.

Insistió en que lo primero que hay que hacer es sostener el tejido empresarial al entender que "es lo que soporta a todo lo demás".

Las empresas que cierran no podrán volver a abrir

Además, hizo especial hincapié en que hay que ser conscientes de que las empresas que están cerrando no van a poder volver a abrir. "No nos podemos permitir que siga ocurriendo —dijo—, entre otras cuestiones porque las miles de empresas que han tenido que cerrar desde que comenzó la crisis están causando una preocupante repercusión social, y es la fractura que empieza a producirse con la paulatina destrucción de parte de la clase media".

También apuntó en que "no es adecuado sacar adelante unas leyes de modernización turística sin una reflexión adecuada y que refleje la visión de cada realidad insular". "Y con esto —matizó— no quiero que se me malinterprete, pero en leyes que afectan a nuestras ventajas estructurales no podemos improvisar, nos jugamos mucho".

Finalmente, afirmó que existe la necesidad de que el Régimen Económico y Fiscal (REF) haga "atractivas" a las islas para los inversores, lo cual supone atender a las necesidades de las empresas que quieren instalarse en Canarias y a las que ya lo han hecho.

"Debemos hacer todo lo posible para que nuestro atractivo fiscal haga que los proyectos empresariales nos elijan y que Canarias se convierta en "una de las capitales de la empresa en el mundo", concluyó Grisaleña.