Un varón de 50 años ha muerto este jueves en Reus de un disparo en el barrio de Sant Josep Obrer, han informado los Mossos d'Esquadra.

Aunque a primera hora la policía autonómica hablaba de un tiroteo, tras comenzar a investigar los hechos con más detalle han podido precisar que se trata de una muerte violenta, por arma de fuego, y que el fallecido es un hombre de 50 años, de raza gitana, llamado Juan Antonio y de nacionalidad española.

Por el momento, no hay ninguna persona detenida por estos hechos y los Mossos d'Esquadra han cerrado durante toda la mañana los accesos a este barrio, poblado por la comunidad gitana de Reus, que se ha visto invadida por los agentes policiales y los medios de comunicación.

El silencio ha imperado en Sant Josep Obrer, donde solo se han escuchado los gritos de una mujer que, llorando, exclamaba: "¡Ay mi Antonio, que me lo han matado¡", mientras un furgón se llevaba el cuerpo del fallecido y un hombre se preguntaba: "pero, ¿quién ha matado a mi primo?".

Según han explicado fuentes de la investigación, los hechos han ocurrido hacia las 08.25 horas, en el tercero tercera del bloque 48 de la calle Mas Pellicer, en el barrio de Sant Josep Obrer, frente al Hospital Universitario Sant Joan de Reus. El fallecido había ocupado la vivienda en la que ha muerto hace un mes y medio y la compartía con su hermano y dos personas más, una de las cuales es una mujer que ha alertado a los mossos del siniestro a las 08.45 horas.

La comitiva judicial y el forense han llegado hacia las 10.00 horas y los agentes de la policía científica han continuado en el en el interior del domicilio buscando pruebas que puedan esclarecer el crimen. Los vecinos del barrio que había en la zona han asegurado que no habían oído nada y sólo uno de ellos ha afirmado que la víctima "no se metía con nadie".

El silencio de la comunidad gitana lo ha roto el portavoz de la Asociación Gitana de Sant Josep Obrer y mediador sociocultural del barrio, Antonio Gabarri, que ha explicado que los mossos le han alertado de lo ocurrido poco después de las nueve de la mañana y se ha dirigido a la zona para enterarse de lo ocurrido y tratar de apaciguar los ánimos.

Según sus datos, Juan Antonio "no tenía hijos en el barrio", en el que vivía tras salir de la cárcel, donde había estado ingresado por un tiempo y por un delito que Gabarri ha dicho desconocer.

El mediador sociocultural ha asegurado que la víctima "respetaba a todos, como tiene que ser" y ha señalado la importancia de dejar el caso en manos de la policía. Antonio Gabarri ha mostrado su preocupación por este suceso que "implica y preocupa a todos, payos y gitanos" y ha mostrado su confianza en que no se produzca ningún conflicto "entre comunidades".