Procesados tres miembros de Resistencia Galega por colocar tres artefactos explosivos en Vigo

El juez prorroga la estancia en la cárcel de dos al considerar que existe "un riesgo fundado de sustracción a la acción de la Justicia"

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a tres presuntos miembros de Resistencia Galega y dos amigos que les encubrieron por colocar el pasado 4 de agosto tres artefactos explosivos en el monte Sampaio de Vigo (Pontevedra), uno de los cuales ocasionó desperfectos en una antena de radio de la Cadena Ser.

El magistrado procesa a Xurxo Rodríguez Oliveira; Diego Santín Montero Héctor; y José Naya Gil, alias 'Koala'; por un delito de pertenencia a organización terrorista y otro de colocación de explosivo terrorista; mientras que atribuye el de encubrimiento terrorista a Artur Rodríguez Oliveira y Noa González Pérez.

El auto de procesamiento prorroga la estancia en la cárcel de los dos primeros al considerar que existe "un riesgo fundado de sustracción a la acción de la Justicia", mientras que Naya Gil podrá eludir su ingreso en prisión si deposita una fianza de 6.000 euros, comparece cada 15 días en el juzgado más próximo a su domicilio y cumple con la prohibición de no salir del territorio nacional.

El atentado se produjo a las 3.30 horas en el recinto de antenas de radio, telefonía y televisión analógicas del monte Sampaio al explotar un artefacto de fabricación casera que causó desperfectos valorados en 7.300 euros en las instalaciones de la empresa Red de Banda Ancha de Andalucía. Los otros dos artefactos no llegaron a explotar.

La acción fue reivindicada por medio de un correo electrónico que Santín Montero había enviado a un periódico vigués en nombre de la organización terrorista Resistencia Galega, que advertía de que proseguirían los atentados contra "todas aquellas empresas, instituciones o personas que se beneficien de la expoliación y destrucción de nuestra tierra".

"violencia revolucionaria"

La resolución judicial explica que Resistencia Galega tiene el objetivo de conseguir "la independencia de Galicia en relación con el resto de España" a través de "la violencia revolucionaria". "Este independentismo admite como válida para el logro de la liberación nacional y social la resistencia basada en la violencia política", señala.

La organización tiene su génesis en el extinto Exercito Guerrilleiro do Povo Galego Ceive, cuya actividad terrorista se desarrolló entre los años 1986 y 1993. Tras su desarticulación, dio paso a "mecanismos de reivindicación política", entre los cuales surgió en los años noventa Nos-Unidade Popular/Nós-UP, que aglutinó organizaciones entre las que destacaba la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI), de la que se escindió Resistencia Galega. El nexo entre estas organizaciones fue Antón García Matos, actualmente en "paradero desconocido".

Resistencia Galega, según explica el magistrado, funciona a partir de dos estructuras: una ilegal que se encarga de trabajar a nivel operativo e ideológico y planificar los actos terroristas; y otra legal compuesta por organizaciones que dinamizan la estrategia diseñada por la sección clandestina, entre las que se encontrarían AMI y otras como el Ceivar, Espacio Irmandinho o AMAL.

En su primer Manifiesto, firmado el 20 de julio de 2005, Resistencia Galega defendía "la resistencia basada en la violencia política" y señalaba que sus objetivos estaban "sujetos a acciones de castigo popular". En los últimos años, según detalla el auto de procesamiento, sus activistas han "incrementado de forma notable tanto cualitativa como cuantitativamente, las acciones violentas" contra los objetivos que ellos consideran "enemigos de la tierra" mediante actos de "sabotaje, vandalismo y daños".

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