'Caso Kárate': las claves de uno de los mayores procesos por pederastia en España

  • La Fiscalía ha presentado ante la Audiencia su informe definitivo del caso en el que ha pedido penas de entre 18 y más de 300 años para los 4 acusados.
  • Medio centenar de alumnos de una academia de artes marciales de Gran Canaria han denunciado haber sufrido abusos sexuales siendo ellos menores.
  • La acusación pública acusa a Fernando Torres Baena, el principal imputado, de haber organizado "orgías sexuales" durante 15 años con alumnos.

La Fiscalía ha presentado este lunes ante la Audiencia Provincial de Las Palmas su informe definitivo sobre el 'caso Kárate', considerado el mayor proceso por pederastia celebrado hasta la fecha en España, en el que medio centenar de alumnos de una academia de artes marciales de Gran Canaria han asegurado que sufrieron abusos sexuales siendo menores de edad.

En el informe, el fiscal ha pedido penas de entre 18 y más de 300 años para los cuatro acusados y ha solicitado que la sentencia no "cargue las tintas" solamente en el principal procesado, Fernando Torres Baena, un exluchador de Kárate con una brillante trayectoria deportiva.

El juez que instruyó el caso llegó a describir el comportamiento de los procesados como propio de una secta encabezada por Torres Baena.

Según la acusación pública, valiéndose de su condición de "maestro", Fernando Torres Baena desarrolló un "conglomerado" de técnicas psicológicas de manipulación para obtener la sumisión a "todos los niveles" de los alumnos de su academia, con los que organizó durante 15 años "auténticas orgías sexuales" sin distinguir edad, sexo o número de participantes.

Escenarios del caso

Son dos: la academia de artes marciales de Fernando Torres Baena en Las Palmas de Gran Canaria y el chalé de la playa de Vargas —en el municipio de Agüimes—, en el sureste de Gran Canaria, propiedad también del principal imputado, Torres Baena.

La escuela de Kárate fue puesta en marcha en 1981 por Torres Baena con el nombre de Asociación Deportiva Canarias 81, que posteriormente pasó a llamarse Escuela de Kárate Torres Baena.

En el chalé la Policía intervino consoladores y vídeos de contenido pornográfico y de zoofilia. También requisaron material informático relacionado con la práctica deportiva, salvo unas imágenes que se habían borrado de fotografías de personas desnudas y fumando droga, según declararon posteriormente varios policías ante la Audicencia Provincial.

¿Cuándo y quién destapó el caso?

Fue una de las víctimas de abusos sexuales quien decidió denunciar, con 15 años, que había sufrido abusos por parte de sus monitores de artes marciales para evitar que otro niño pasase por lo mismo. La adolescente se lo contó primero al que era su tutor en un colegio de Las Palmas de Gran Canaria y posteriormente a su madre. Presentaron una denuncia a la Policía en enero de 2010.

A partir de ahí, la Policía puso en marcha un teléfono para los afectados que comenzó a recibir numerosas llamadas de denuncia de casos similares en ese gimnasio de Las Palmas. Muchos de los hechos se remontaban a hace más de diez años.

¿Cuántos imputados hay?

Poco después de denunciarse el primer caso fueron detenidas e imputadas cuatro personasdos hombres y dos mujeres—. El 5 de febrero de 2010, tras pasar a disposición judicial, ingresaron en prisión provisional el propietario del club, Torres Baena, y dos monitoras de la academia para los que el Ministerio Fiscal interesó la cárcel por los presuntos delitos de abusos sexuales continuado a menores y corrupción de menores. El cuarto acusado, el monitor Juan Luis Benítez Cárdenes, está en libertad. Entre los cuatro se exponen a penas de un total de 621 años.

De las 61 víctimas identificadas durante la instrucción, en la causa figuran 38 sobre las que el fiscal considera probados —y no prescritos— los hechos que denuncian y que se han expuesto desde el pasado 3 de mayo hasta el 13 de diciembre en este juicio.

Quién es quién

Fernando Torres Baena: expresidente de la Federación de Kárate de Gran Canaria y exdirector de I+D de la Federación Española de Kárate, es el principal acusado en el caso. Según los médicos que hicieron el informe psiquiátrico sobre él lo describen como una persona con rasgos narcisistas y antisociales "acentuados", con gran tendencia a la manipulación, pero que no presenta ninguna patología mental. Torres Baena se encuentra en prisión provisional. El fiscal le atribuye 36 delitos de abuso sexual, 13 de corrupción de menores y uno de tenencia ilícita de armas. Por todo ello, la Fiscalía pide para él una pena que asciende a 303 años de prisión.
María José González Peña: pareja de Fernando Torres Baena y monitora de Kárate. Está en prisión provisional. La Fiscalía demanda 154 años de cárcel por 20 delitos de abusos sexuales y cuatro de corrupción de menores. La Audiencia denegó su libertad el pasado octubre al considerar que hay riesgo de fuga.

Ivonne González Herrera: monitora de Kárate. La Fiscalía pide 146 años de prisión por 19 delitos de abusos sexuales y cuatro de corrupción de menores. Permanecía en prisión provisional desde el 8 de febrero de 2010, pero fue puesta en libertad el 13 de septiembre de este año después de que la Audiencia de Las Palmas revocase la prisión preventiva al considerar que no hay riesgo de fuga ni de que pueda recaer en el mismo delito.

Juan Luis Benítez Cárdenes: monitor de Kárate. Aunque está en libertad con cargos, la Fiscalía pide para él 18 años de cárcel por tres delitos de abusos sexuales. Contra él no pesa la atribución de delitos de corrupción de menores.

Edith V.: exmujer de Torres Baena, el principal acusado. En principio también estuvo imputada en la causa hasta que sus cargos se declararon prescritos.

¿Cuál es la versión de los imputados que han declarado?

Torres Baena: en su declaración ante la Audiencia de Las Palmas aseguró al juez que era "mentira" que él transmitiera a sus alumnos que mantener relaciones sexuales mejorara el rendimiento deportivo o que seguir ese tipo de prácticas les ayudaría a ser "campeones del mundo". "Eso es absurdo", manifestó. También dijo que se trataba de una trama urdida, entre otras personas, por el presidente de la Federación de Kárate de Gran Canaria para apropiarse de sus alumnos en el nuevo club que pretendían crear de manera irregular. Además, recalcó que él nunca impartió a sus alumnos de Kárate charlas de contenido moral o sexual, aunque ha reconocido a preguntas del fiscal que algunos testigos sobre los que fue interrogado visitaron su chalé de Vargas.

Edith V.: Declaró como testigo en la Audiencia de Las Palmas y aseguró que no hubo ni "perversión" ni "forzamiento" en las relaciones sexuales que ella y su marido mantuvieron con alumnos de su gimnasio en su chalé de Gran Canaria, sino "permisividad". Edith V. también reconoció haber mantenido relaciones sexuales con el imputado Juan Luis Benítez, de quien se había enamorado Torres Baena, aunque intentó "escaquearse", pero negó haberlas tenido con mujeres, como asegura una alumna que también declaró como testigo.

¿Cuántas víctimas hay?

Más de un centenar de testigos han declarado ante la sección sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas desde que se iniciara el juicio, el pasado mes de mayo. Entre ellos, se tomó declaración a 55 supuestas víctimas.

¿Qué dijeron los testigos en las declaraciones?

En total han pasado por la Audiencia de las Palmas más de 150 testigos desde que comenzaron las declaraciones el pasado mes de junio. Los últimos en declarar fueron tres policías que registraron el chalé de Vargas (Gran Canaria), propiedad del principal acusado, Fernando Torres Baena. Aunque muchas declaraciones de testigos fueron a puerta cerrada, otras sí salieron a la luz. Esto es lo que declararon algunos testigos ante la Audiencia de Las Palmas que fueron objeto de abusos sexuales siendo ellos menores de edad.

Testigo número 11: dijo que iba a clases de Kárate al gimnasio de Torres Baena y al mismo colegio que un hijo suyo, del que oyó decir a amigos que tenían en común que había perdido la virginidad a los 7 años.

Testigo número 21: hermano menor de la testigo número 30 también alumno del gimnasio de Torres Baena. Declaró que cuando tenía entre 10 y 11 años fue objeto de los primeros tocamientos por parte del principal acusado en su academia.

Testigo número 27:  precisó que perdió su virginidad con la imputada María José González el día después de Reyes, a la edad de 16 años, cuando visitó por primera vez el chalé de Vargas. Este testigo añadió que a los 19 años se marchó del gimnasio porque "no aguantaba más los abusos sexuales y laborales" de los que fue objeto.

Testigo número 28: es novia de la testigo número 73 y trabaja con ella en un club de Kárate que crearon en 2010. Declaró que su primera relación sexual con una mujer fue con la imputada Ivonne González, que fue quien la introdujo en el grupo de los "favoritos" y quien le explicó con "muñecos de peluche" la jerarquía sexual que existía.

Testigo número 29: afirmó que perdió su virginidad a los 14 años con el procesado Torres Baena al poco tiempo de empezar a aprender Kárate en su gimnasio, lo que le hizo sentirse orgullosa porque a partir de entonces la tuvieron más en cuenta.

Testigo número 30: dijo ante la Audiencia de Las Palmas que llegó a entender el sexo como un acto cotidiano, como "desayunar", tras haber sido iniciada por el principal acusado, Fernando Torres Baena, cuando tenía a lo sumo 10 años, en su chalé de Vargas.

Testigo número 32: explicó que su primera relación sexual fue con la acusada María José González, en el gimnasio, donde esta le citó un sábado porque, con motivo de su 14 cumpleaños, le iba a hacer un "regalo especial". Según este testigo, Torres Baena le dijo que para él el Kárate "era una excusa para mantener relaciones sexuales".

Testigo número 33: declaró en la Audiencia de Las Palmas que el principal acusado, Fernando Torres Baena, le dijo con orgullo y "risa" que "había estado con más de 100 niños" y que su pareja, la acusada María José González, "con más de 50". Esta testigo es campeona de Europa y del mundo y comenzó a entrenar en el gimnasio de Torres Baena a los 14 años. Relató los numerosos abusos sexuales de los que fue objeto por parte de cuatro acusados, que en el caso del monitor Juan Luis Benítez dijo que solo fueron tocamientos.

Testigo número 34: afirmó que con 9 años, al poco tiempo de comenzar en el gimnasio de Torres Baena, tuvo su primera relación sexual con la procesada María José González, con la que formó tríos a esa edad junto a la acusada Ivonne González, algo por lo que debía sentirse también orgulloso, según le decía Torres Baena. Este testigo también aseguró que su primera relación sexual con Torres Baena ocurrió a los 10 años, en su chalé de Vargas. Narró además que en varias ocasiones formó cuartetos sexuales con Torres Baena y las dos monitoras, y que los abusos sexuales que sufrió fueron constantes durante los cuatro años que estuvo en el gimnasio.

Testigo número 36: empezó a ir al gimnasio de Torres Baena a los 14 años y, según sus declaraciones, a los pocos meses, fue "captada" por un karateca, el testigo número 59, que estaba considerado como un "sex simbol" y por el que ella se sentía atraída. Señaló que estuvo solo una vez en el chalé de Vargas y que, pese a que Torres Baena intentó que mantuviera relaciones con otras mujeres, se negó.

Testigo número 37: contó al tribunal que comenzó a aprender Kárate en el gimnasio de Torres Baena a los 12 años, y a los 13 empezó a ir al chalé de Vargas, donde mantuvo relaciones con las dos monitoras acusadas, María José González e Ivonne González, con el principal procesado y con uno de sus hijos, así como con otros doce o trece compañeros por indicación de los procesados.

Testigo número 38: declaró ante la Audiencia de Las Palmas los abusos sexuales de los que fue objeto entre los 14 y los 18 años por parte de los cuatro acusados y manifestó sentir "vergüenza y asco" de todo lo que le sucedió. A los 18 años se apartó del grupo porque se enamoró de otro testigo, el número 40.

Testigo número 41: conoció a los acusados durante un "clinic" de fútbol al que asistió un verano en un instituto. Aseguró que compartió cama a los 14 o 15 años con el principal acusado, Fernando Torres Baena, y su pareja e imputada, María José González, y que mantuvo relaciones sexuales con la procesada Ivonne González.

Testigo número 44: declaró que comenzó a entrenar en el gimnasio de Torres Baena a los 14 años, donde al poco tiempo inició una relación sentimental con el testigo número 37, que no fue permitida por el principal acusado, que le obligó a mantener relaciones sexuales con los testigos 40 y 33.

Testigo número 48: empezó a ir a clases de Kárate en el gimnasio de Torres Baena a los 4 años. Indicó que entre los 11 y los 13 tuvo su primera relación con la acusada Ivonne González, y que poco después se repitieron con la procesada María José González.

Testigo número 49: es hermano del testigo 50, narró al tribunal los abusos sexuales de los que fue objeto por parte de Torres Baena y la acusada María José González, con los que llegó a formar un trío sexual, así como los castigos que recibió del principal acusado por su oposición a ser penetrado analmente por él.

Testigo número 50: indicó que Torres Baena utilizaba a su hija como "cebo sexual", pues para estar con ella debía mantener relaciones con el acusado, quien desde los 14 años que empezó a asistir a las clases de Kárate en gimnasio comenzó a darle charlas para que "normalizara" las conductas sexuales que le enseñaba para "tener éxito en todos los ámbitos".

Testigo número 51: afirmó ante la Audiencia de Las Palmas que Fernando Torres Baena la violó en el chalé a los nueve años mientras su madre agonizaba por una enfermedad terminal, a la que hizo odiar "porque se iba a morir y la iba a dejar sola". También señaló que empezó a entrenar en gimnasio de Torres Baena a los 8 años y que durante los tres años que estuvo en el centro asistió a pocas clases de Kárate, pues las horas de entrenamiento "las pasaba en el baño practicando sexo".

Testigo número 53: explicó que cuando tenía 12 años fue penetrada por vía vaginal por Torres Baena, quien le advirtió que no contara lo sucedido porque de lo contrario le podía ocurrir también a su hermana, que entonces tenía entre 5 ó 6 años.

Testigo número 57: explicó cómo poco a poco fue introducido por Torres Baena en su círculo y cómo éste le obligó en su chalé de la calle Vargas a distintas prácticas sexuales cuando tenía entre 11 y 12 años, bajo la promesa, de que si accedía le dejaría mantener relaciones sexuales con su primera mujer.

Testigo número 58: afirmó que perdió la virginidad a los 13 años con Torres Baena y que éste le pidió que se casara con ella cuando tenía entre 14 y 15 años. También ha dicho que su primera mujer tenía miedo de que se supiera que mantenía relaciones sexuales con menores. Esta testigo indicó que Torres Baena decía que el sexo servía para lograr la felicidad y para estar "todos felices y más unidos".

Testigo número 60: amenazó con matar Torres Baena si se repetían con su hija los abusos sexuales de los que fue objeto desde los 12 años por parte de los acusados. También relató ante la Audiencia que a los pocos meses de las tres relaciones sexuales que tuvo con el acusado Juan Luis Benítez, mantuvo relaciones en el chalé de Vargas con Torres Baena, a quien ha confesado que llegó a "querer con locura, más que a sus propios padres", que son "espectaculares" y nunca le han "fallado".

Testigo número 77: reconoció que las relaciones sexuales que mantuvo entre los 14 y los 16 años con el principal acusado y con las dos monitoras procesadas fueron consecuencia de la "manipulación" y que llegó a formar tríos en el chalé de Vargas, propiedad del principal acusado.

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