El Ib-salut estudia personarse contra los agresores a varios profesionales sanitarios de Son Espases

El Ib-Salut estudia personarse como acusación particular contra los agresores de varios profesionales sanitarios del Hospital de Son Espases, que este jueves fueron agredidos por familiares de una persona ingresada en este centro.

El Ib-Salut estudia personarse como acusación particular contra los agresores de varios profesionales sanitarios del Hospital de Son Espases, que este jueves fueron agredidos por familiares de una persona ingresada en este centro.

Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press el director general del Servei de Salud de les Illes Balears, Migel Tomás, quien ha indicado que los servicios jurídicos están barajando esta posibilidad y ha mostrado todo su apoyo hacia los tres médicos y la enfermera que fueron agredidos mientras estaban desarrollando su actividad profesional.

En este sentido, Tomás ha precisado que los tres facultativos afectados tramitaron ayer denuncias a título personal, y ha afirmado que en el Ib-Salut permanecen a la espera de si éstas son admitidas o no a trámite.

"Ayer hablé con cada uno de los afectados y nos hemos puesto a su disposición para prestarles ayuda jurídica, sicológica, o de cualquier otro tipo", ha afirmado, al tiempo que ha lamentado la "desafortunada" situación acontecida.

Con todo, el director general del Servei de Salut se ha referido a los hechos que tuvieron lugar cuando se decidió trasladar a una paciente que sufría un infarto desde el hospital de Son Llàtzer hasta el de Son Espases "teniendo en cuenta que es donde tienen el tratamiento más eficaz para este tipo de dolencia", y llegó en una situación de extrema gravedad.

Tomás, en el relato de los acontecimientos, ha explicado que la paciente llegó a Son Espases en una situación de "extrema gravedad" y que, tras varios intentos de reanimación, finalmente. "Fue en el momento en el que se les comunica a tres familiares la defunción, cuando éstos tuvieron una reacción exacerbada, y empezaron a propinar gritos, insultos y agredir físicamente a dos de los cardiólogos", ha explicado.

Así, ha añadido que, justo en ese momento, los agresores abrieron la puerta de la sala donde se encontraban y llamaron a una treintena de personas de etnia gitana que esperaban fuera de la sala. "A partir de ese momento se vivieron escenas de verdadero pánico", ha lamentado.

Con todo, Tomás ha remarcado que se trata de una situación "excepcional", si bien, ha insistido en que este tipo de actos "no tienen que ocurrir nunca".

No es un problema de seguridad

Por último, el director general ha defendido que entre el entorno del paciente y el médico no deben de haber "barreras físicas" -ningún guarda de seguridad en medio-, precisamente para que la comunicación sea más fluida y directa, por lo que ha negado que lo ocurrido en Son Espases se deba a un problema de "seguridad" sino más bien, se trata, a la falta de entendimiento de algunas personas sobre la profesión sanitaria.

"No es un tema de seguridad, el problema radica en las expectativas que tiene la población sobre la sanidad que, en algunos casos, se ha aumentado de tal manera que estamos llegando a unos extremos de personas a las que les cuesta aceptar que la consecuencia de una enfermedad grave puede ser la muerte".

"La seguridad va ligada a la actividad habitual que se desarrolla dentro de cada centro, en este caso de Son Espases, donde en principio creemos que es la adecuada", ha apostillado.

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