La sección primera de la Audiencia de Alicante ha rebajado de cuatro a un año de cárcel la condena impuesta por un juzgado al histórico preso Manuel Pinteño por maltratar y amenazar a su mujer ya que le ha decidido absolver de lesiones y otro delito de maltrato atribuido, al considerar que no existe prueba suficiente sobre ellos que justifique la versión de la denunciante.

La sección primera de la Audiencia de Alicante estima así parcialmente un recurso presentado por Pinteño, el español que más tiempo continuado ha pasado en prisión, contra una sentencia en la que un juez le condenó a una pena de cuatro años y tres meses de cárcel por maltrato habitual en el ámbito de la violencia sobre la mujer; por tres delitos de lesiones y violencia sobre la mujer; y por uno más contra la libertad en concepto de amenazas en el ámbito de la violencia sobre la mujer. Igualmente, le impuso once años de alejamiento con respecto a su pareja.

La sentencia de la Audiencia, fechada el 28 de noviembre, no acepta la totalidad de los hechos probados inicialmente, por entender que existe ausencia de corroboración e insuficiencia probatoria que ratifique la versión de la víctima, al tiempo que expone que el relato del acusado permite probar los episodios de disputa entre ambos que han sido admitidos como constitutivos de delito.

Los hechos que se dieron por probados en un primer momento se remontan a principios de este año en Elda (Alicante), donde residía el matrimonio. El juez de primera instancia entendió que existían "suficientes pruebas" para implicarle en todos y cada uno de los delitos de los que era acusado. Sin embargo, la Audiencia solo considera probado que Pinteño y su mujer reanudaron la convivencia después de que el acusado cumpliera tres años de prisión, si bien la relación entre ambos se deterioró y derivó en frecuentes discusiones y disputas.

Con ocasión de una de estas "diatribas", el procesado propinó un empujón a su pareja tirándola sobre un sofá de la vivienda conyugal. Además, explica que en otro episodio, el hombre se dirigió a un mercadillo de Elda (Alicante) y se originó otra "trifulca", durante la cual el ahora condenado le dijo que le iba a "cortar el cuello como una mortadela".

También considera que no consta acreditado "indubitadamente" que el acusado haya cometido otros hechos por los que se le condenó, sobre los que sostiene que "adolecen de una total ausencia de corroboración", a pesar de tratarse de episodios que permitirían su acreditación por medios "ajenos" a la simple manifestación de la perjudicada, y que servirían de confirmación objetiva.

Ausencia de partes médicos

Así, indica que no se aporta ningún parte médico o declaración que ratifique la "resultancia lesiva" de las agresiones denunciadas, del mismo modo que apunta que "tampoco se proponen pruebas testificales" de terceros que hayan podido presenciar las diversas secuencias descritas por la víctima, "pese a producirse varias de ellas en público y en presencia de familiares de los dos implicados en el conflicto".

En definitiva, la sentencia recalca que "se aprecia una insuficiencia probatoria de cargo" que ratifique la versión inculpatoria de la mujer, e incide en que, según la jurisprudencia, la declaración de la víctima como prueba de cargo única precisa de algún dato corroborador de carácter objetivo, "y en este caso la obtención de esos datos era factible y deberían haberse incorporado al plenario para reforzar las manifestaciones".

A la vista de la situación, la Audiencia ha absuelto al Pinteño de un delito de maltrato habitual, y de otros dos de lesiones y ha confirmado la condena de seis meses por un delito de maltrato —lesiones—, y de un segundo de amenazas, con la misma cuantía, manteniendo las restantes penas impuestas por este delito en la primera sentencia.

HISTORIAL

Pinteño es el preso que más tiempo seguido ha estado encarcelado en España, un total de 33 años, y ha sido conocido por ser uno de los cabecillas del motín de la prisión de Fontcalent, en Alicante, si bien, a pesar de haber participado en multitud de hechos delictivos, principalmente en asaltos, nunca ha cometido delitos de sangre.

En julio de 2011, y después de haber quedado en libertad el 3 de marzo de 2010, fue sorprendido en la cárcel alicantina de Villena en posesión de droga durante una visita a uno de sus hijos, que cumplía condena en el citado centro penitenciario.