Una plaza recuerda desde hoy al político riojano Manuel García Herreros, redactor de la Constitución de Cádiz de 1812

Natural de San Román de Cameros, llegó a ser ministro de Gracia y Justicia en diversos periodos de principios del siglo XIX
Imagen de la Plaza Manuel García Herreros
Imagen de la Plaza Manuel García Herreros
EUROPA PRESS
Imagen de la Plaza Manuel García Herreros

Una plaza, situada junto al Paseo de la Constitución y las calles Congreso y Senado, recuerda desde hoy al político riojano Manuel García Herreros, natural de San Román de Cameros, llegó a ser ministro de Gracia y Justicia en diversos periodos de principios del siglo XIX y fue redactor de la Constitución de Cádiz de 1812.

La alcaldesa de Logroño Cuca Gamarra ha inaugurado esta mañana la plaza, junto con responsables de la Asociación de Amigos de San Román de Cameros, en un acto en el que ha resaltado que "en el año en que celebramos el bicentenario de la Constitución de Cádiz es un momento perfecto para reivindicar la figura de García Herreros, que contribuyó a la causa de la libertad en España en aquellos años convulsos de la historia de nuestro país".

La iniciativa de este homenaje surgió de la Asociación de Amigos de San Román de Cameros, lugar de origen de este político, y que lleva tiempo ya desarrollando diversas actividades de reconocimiento a su paisano, como la edición de un libro o rutas teatralizadas por el pueblo.

Como ha recordado la alcaldesa, García Herreros "es retratado en las diversas biografías que sobre él se han escrito como un gran luchador de pensamiento liberal y que debido a la defensa de sus ideas lo mismo alcanzó puestos relevantes, como ministro de Gracia y Justicia, como le llevó a conocer el destierro o incluso a permanecer durante años en prisión".

"Rendimos un sencillo homenaje a este político, que fue un reformista y un liberal, que dejó su huella en la política nacional, como ministro, y, sobre todo, en la redacción de la Constitución de Cádiz, un texto que sigue hoy vigente en muchos de sus principios", ha afirmado la primera edil.

Para el presidente de la Asociación de Amigos de San Román de Cameros, Bernabé Arrieta, "hay que agradecer al Ayuntamiento que ponga el nombre de Manuel García Herreros a esta plaza, porque fue un personaje importante de la España de la época".

"Es un sitio pequeño, pero recogido y delimitado además por tres calles con nombres muy adecuados, Constitución, Congreso y Senado", ha afirmado Arrieta, quien ha recordado que la Asociación lleva "cuatro años de muchas actividades", que culminarán mañana mismo, con la recepción por el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.

El personaje.

Manuel García Herreros nació en San Román de Cameros en 1767 y falleció en Madrid en 1836. Fue abogado y profesor y participó como diputado en las Cortes de Cádiz, en las que destacó como miembro del equipo reformador y liberal, tanto en importantes intervenciones como en tareas preparatorias de diversas comisiones. Fue secretario de la Cortes y, posteriormente, miembro del Tribunal de Cortes.

Su papel fue trascendental en la Obra Legislativa de las Cortes. Entre sus aportaciones a la sociedad contemporánea hay que destacar la abolición de los Señoríos territoriales y del tribunal de la Inquisición. Asimismo intervino en la desaparición de los Vínculos y Mayorazgos; en la Desamortización civil y eclesiástica; en la abolición de los Gremios y la Libertad de industria; la humanización y modernización de la Justicia y la Libertad de imprenta y expresión.

García Herreros fue ministro de Gracia y Justicia desde 1813 hasta que un año más tarde se vuelve al absolutismo y Fernando VII anula las Cortes de Cádiz y persigue a los diputados liberales. Fue condenado a ocho años, de los que cumpliría cinco en la cárcel de Alhucemas.

Con el levantamiento de Riego en 1820 y la proclamación de la Constitución de 1812, se le pone al frente de la misma cartera ministerial y posteriormente se le concede el cargo de ministro de la Gobernación durante el último Gobierno del Trienio Liberal.

Emigra a Francia en 1823 por razones nuevamente políticas, permaneciendo allí hasta 1832 para ser nombrado, dos años después por la regente María Cristina, prócer vitalicio del Reino. En 1835 nuevamente se le pone al frente del Ministerio de Gracia y Justicia, puesto en el que apenas permaneció ya unos meses. Retirado de la política, falleció un año después.

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