Un libro del profesor Francisco José Sánchez García analiza las formas de manipulación y las herramientas retóricas que usan los políticosen España, unas conclusiones a las que llega tras estudiar a fondo todos los discursos de los debates del estado de la nación.

"Después del estudio, pienso que Rajoy tiene una gran capacidad para dar rodeos, (Alfredo Pérez) Rubalcaba destaca por las metáforas y los ejemplos, y Zapatero lo hizo por sus dotes comunicativas, porque tenía más mercadotecnia que otros líderes políticos", afirma el autor.

La obra, titulada Retórica parlamentaria española, destaca las formas de persuasión política y analiza, con un estudio pormenorizado de todos los debates del estado de la nación, las formas de comunicarse de cada político español.

Esta publicación pretende incidir en los recursos que usan los políticos para "contar su verdad", unos "resortes persuasivos" que, según el autor de la obra, la ciudadanía ha dejado de percibir por repetitivos.

Según explica el autor, su obra partía de la hipótesis de que los partidos de izquierda y derecha presentarían diferentes maneras de afrontar sus discursos, los primeros con el uso del mensaje de la lucha obrera y los segundos, con la idea de España.

"Pero las diferencias de sus discursos no están dadas por sus ideologías, sino por su posición en el gobierno o en la oposición, en si están arriba o abajo", afirma Sánchez García.

Esta publicación evidencia, por ejemplo, las diferencias del discurso del ex presidente del gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero —"radical" mientras estaba en la oposición— , quien modificó su manera de hablar durante su presidencia por pautas menos retóricas y más descriptivas.

"Ningún político actual, lingüísticamente hablando, está a la altura de Sagasta o Cánovas del Castillo con sus discursos. Se ha impuesto la retórica pensada en el titular", considera el autor.

Retórica parlamentaria española resalta el esfuerzo de los gobernantes para "no caer en la trampa", lo que ha convertido sus intervenciones en "una cadena de eufemismos y recursos para adaptar las verdades a sus intereses sin llegar a mentir".

"El eufemismo está hipergeneralizado, como se vio con la 'desaceleración' de la economía de Zapatero o los 'hilillos de plastilina' de (Mariano) Rajoy cuando era vicepresidente", destaca Sánchez García.

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