Así, todo el que quiera podrá participar, pero, eso sí, nada de jugar al astuto emprendedor. En el Vivipoli se parte de la casilla de salida siendo un mileurista, un joven con unos ingresos mensuales de 1.000 euros, que se deleitará con los baches de la partida.

Su salario se ha de estirar para pagar un piso de 50 metros cuadrados por 216.000 euros en Santutxu, o peor aún: «Te has hipotecado. 50 turnos-10.000 euros al año y no tienes derecho a una VPO», reza una casilla desafortunada. Otra lo pinta algo mejor: «Enhorabuena, te ha tocado una VPO-3.000 euros al año».

En el fondo, la reivindicación de siempre: medidas del Gobierno contra el problema de la vivienda, con más alquiler y VPO, menos pisos vacíos...