El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha señalado este lunes que "el retroceso histórico" que supondría la independencia de Cataluña "sería tal" que "si logramos explicar lo que supone, acabarán huyendo de una tentación que no lleva más que a la perdición y al desastre".

García-Margallo ha realizado estas declaraciones durante una conferencia en Valencia en el Foro Las Provincias, al que también han asistido el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, así como diversos representantes de la vida económica, social y política.

El ministro ha destacado que "gobernar es dirigir, tomar decisiones, anticiparse a los actos" y, en este sentido, ha señalado que "aunque el cambio se ha convertido en un mantra por todos los partidos, el cambio hoy es esencial". "O cambiamos o pasamos a la irrelevancia y desaparecemos", ha advertido.

Al respecto, ha asegurado que el cambio es fundamental para el Gobierno de Mariano Rajoy. Así, ha destacado que el "objetivo central" del Ejecutivo es "salir de la recesión, crecer y volver a crear empleo".

Para ello, ha hecho hincapié en que el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene encomendada la tarea de "recuperar la confianza en España para traer el ahorro que necesitamos para financiar la economía española, para abrir la persiana todos los días". "Confianza para exportar desde aquí; confianza para que los inversores extranjeros vengan aquí, para que nuestras empresas vendan fuera y se establezcan en los mercados", ha añadido.

Relación con europa y estados unidos

Garía-Margallo ha destacado que "Europa supone un horizonte insoslayable para cualquier político español" y, al respecto, ha subrayado que "Cataluña lleva en sus señas y en su ADN la pertenencia a España y a Europa". El titular de Asuntos Exteriores también ha destacado el "interés de España de tener una "magnífica relación" con Estados Unidos

En opinión del ministro, la crisis ha golpeado a España de forma dura por tres "singularidades específicas" que tenía en los años 2007 y 2008, como son su "endeudamiento excesivo, un 400 por ciento del PIB; una inversión masiva en sectores improductivos, como el ladrillo, y una pérdida enorme de competitividad". Esto ha provocado "una caída del PIB y del empleo; un desequilibrio de las cuentas en el exterior y una crisis del sector bancario", ha recordado.

Respecto a la situación actual, García-Margallo ha indicado que aunque "las cifras no son buenas, y nadie las conoce y las sufre más que el Gobierno", hay "señales de un cambio de modelo". "Estamos reduciendo endeudamiento, hemos aumentado en productividad y en competitividad en el sector exterior y tenemos unas empresa que son líderes en el mundo", ha subrayado.

A su juicio, "estamos en el momento álgido de la tormenta, las cifra son para hacer sufrir a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad social", pero ha aseverado que "la dirección es la correcta, el rumbo es el correcto y los frutos empiezan a verse". Del mismo modo, ha apuntado que el nuevo modelo español será "mucho más sostenible, duradero y competitivo".