El portavoz de la plataforma 'Nunca Máis', Xaquin Rubido, cree que la manifestación que el 1 de diciembre de 2002 congregó en las calles de Santiago de Compostela a más 200.000 personas por la catástrofe marítima del 'Prestige' despertó "conciencias" y la "acción" de la ciudadanía ante los poderes públicos.

Por otra parte, sobre el juicio que se celebra por el siniestro marítimo, sostiene que "los verdaderos culpables" -en referencia al Gobierno de entonces y el gabinete de crisis constituido para gestionar la catástrofe- "se van a ir de rositas".

Sobre la manifestación, la tilda de "hecho histórico" y subraya que se convirtió "en una referencia" para otras movilizaciones posteriores. "La respuesta ciudadana estuvo a una altura que habla muy bien del pueblo gallego", señala Xaquin Rubido, para quien también despertó "conciencias" y la creencia de que, a través de "la acción de la ciudadanía se puede conseguir la presión necesaria para un país mejor", ha añadido.

Preguntado si las administraciones han "aprendido" de esta catástrofe, muestra sus "dudas". "Las instituciones tienen miedo y respeto al poder de la ciudadanía cuando se echa a la calle", señala, aunque, al mismo tiempo, lamenta que no se hiciese "autocrítica como para decir que aprendieron", apostilla.

JUICIO

Respecto al juicio, afirma que sus "esperanzas" son "cada vez menores". "Es obvio que el tribunal tiene tomado un camino, que es no tocar a los poderosos", sostiene el portavoz de 'Nunca Máis', quien cree que deberían ponerse "encima de la mesa" todas las grabaciones existentes desde que el buque alertó, el 13 de noviembre, de un problema hasta que se hundió el día 19.

Por ello, considera probable "que se busque un cabeza de turco o tapar las responsabilidades penales" lo que, a su juicio, supondría que los responsables institucionales de entonces se reafirmen "en que la gestión fue buena", argumenta.

En cuanto al capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, cree que su responsabilidad es "muy limitada". "Serían las mismas que si no hubiera catástrofe y se hubiera neutralizado la carga".

"Todo lo que se va a hacer es responsabilizar de lo sucedido en todas las costas a un señor que sólo tienen la responsabilidad de mandar un buque en mal estado y contaminante", añade.

Prevenir otra catástrofe

En cuanto a si España está preparada para otra catástrofe similar, sostiene que, hacer frente a un siniestro así, "no solo es problema de medios, sino de filosofía".

"Los actores no han cambiado", indica en relación al hecho de que, diez años después, estén en el Gobierno los mismos responsables políticos que entonces. Por otra parte, considera que hay medios, pero que estos están "infrautilizados".

Mientras, cuestiona su privatización "lo que implica menor seguridad y esto, sumado a la crisis, hace que el panorama no sea muy favorable para la seguridad marítima", indica.

Sobre esta cuestión, cree que haría falta que se controlase "realmente" el dispositivo de separación de tráfico de Fisterra, "con un control marítimo y aéreo eficaz", señala al aludir también a la contaminación que se produce por los vertidos de los barcos.