Los jóvenes españoles, los europeos más prudentes en la carretera, según un estudio

Los conductores jóvenes más responsables se encuentran en España y Reino Unido, donde solo un 40% y 54%, respectivamente, admite pisar demasiado el acelerador, según un estudio de Goodyear, que recientemente también hizo público un informe en el que destacaba que los españoles jóvenes están entre los conductores menos agresivos del continente.

Ingleses y españoles también son menos propensos a probar la velocidad máxima de sus coches —sólo un 19% y 18% respectivamente— lo que probablemente se explica por los estrictos niveles de imposición de la ley y por los radares.

En cambio, los conductores de menor edad en Polonia, Sudáfrica y Rusia parecen conducir por encima del límite de velocidad con más frecuencia que en cualquier otro país (81%, 79% y 76%, respectivamente).

El análisis revela que el 73% de los jóvenes conductores en Europa admite acelerar ante los semáforos en ámbar y el 14% incluso se los salta en rojo.

Es un motivo de preocupación, ya que las decisiones que tomamos en fracciones de segundo mientras conducimos están gobernadas por el área del lóbulo parietal del cerebro, que gestiona la percepción y el procesamiento espacial. Al conducir demasiado rápido, el lóbulo parietal no tiene el tiempo necesario para adaptarse, lo que hace que sea más difícil juzgar las distancias e interpretar la carretera.

La encuesta analiza el comportamiento de 6.400 jóvenes conductores menores de 25 años en 16 naciones —15 países europeos y Sudáfrica— y aporta algunos datos interesantes sobre su comportamiento al volante. También desmonta una serie de estereotipos nacionales sobre la conducción.

Una encuesta anterior sobre seguridad realizada por Goodyear en 2010 reveló que, entre sus homólogos, los italianos eran considerados los menos cuidadosos y los alemanes los más atentos/cuidadosos en Europa.

Sin embargo, estas opiniones no se reflejan en los datos de la encuesta de 2012, que revela que los jóvenes italianos están entre los menos propensos a acelerar o malinterpretar la velocidad del tráfico al adelantar.

Asimismo, la percepción de los conductores alemanes no se justifica totalmente, ya que sus jóvenes conductores son de los más propensos a desobedecer las señales de tráfico.

En cuanto a la velocidad, la encuesta pone de manifiesto que es algo más prevalente entre los hombres jóvenes, quizás porque se sienten más seguros al volante o porque les interesa más lucirse ante los demás: un 70% de hombres frente al 62% de mujeres admite conducir sobre el límite de velocidad.

Por el contrario, los jóvenes conductores alemanes y rusos son los más propensos a probar la velocidad máxima de sus coches, con un 53% y 46% que asegura haber exprimido su motor al máximo. Esto no resulta sorprendente para Alemania, uno de los pocos países del mundo que no tiene límite de velocidad en sus autopistas.

"Estos resultados son especialmente preocupantes cuando consideramos que el 25% de los accidentes mortales están provocados por el exceso de velocidad entre los conductores jóvenes, en comparación con sólo un 10% entre los grupos de más edad", afirma Gerhard von Bressendorf, Presidente de la Federación Europea de Autoescuelas (EFA).

La encuesta reveló que el 43% de hombres y el 35% de mujeres admiten desobedecer las señales de tráfico. Los jóvenes conductores sudafricanos y polacos lideran la lista con un 62% y 51% respectivamente, mientras que los suecos y checos son los más obedientes, con un 25% y 24% respectivamente que en ocasiones no respetan las señales.

El 41% de hombres y el 33% de mujeres reconocen que toman las curvas demasiado deprisa y un significativo 50% de los jóvenes afirma que ha adelantado a más de un vehículo a la vez en una vía de doble sentido.

A menudo, los jóvenes conductores tampoco ceden la preferencia (26% de hombres frente al 19% de mujeres) y los alemanes encabezan la tabla sobre acelerar ante los semáforos en ámbar (85%) y un asombroso 28% de jóvenes turcos que admiten saltarse el semáforo en rojo.

Los conductores más respetuosos al volante son los belgas, checos y franceses, con un relativamente modesto 8%, 8% y 6% respectivamente que afirma haberse saltado un semáforo en rojo.

Sin duda, los padres continúan ejerciendo una influencia positiva sobre los conductores recién aprobados, pues surgen diferencias entre quienes todavía conviven con sus padres y los que viven por su cuenta.

Los jóvenes que viven por su cuenta son más agresivos al volante: un 34% ha intentado alcanzar la velocidad máxima de su coche —en comparación con el 29% de los que conviven con sus padres—; un 49% ha adelantado a más de un vehículo a la vez en una vía de doble sentido —comparado con el 39% de los que siguen con sus padres—; y un 36% conduce igual de rápido en carreteras mojadas o secas —30% para los que viven con sus padres—.

También parece que los jóvenes conductores que dejaron los estudios a una edad temprana (18 años o menos) son más propensos a cometer errores que los que siguieron estudiando más tiempo.

El 47% de los que dejaron los estudios antes de los 18 desobedecen las señales de tráfico, en comparación con el 36% de los que siguieron estudiando hasta los 22 años.

A pesar de la intensa publicidad en numerosos mercados y las multas cada vez más estrictas para los infractores, un alarmante 24% de hombres y 15% de mujeres admite conducir tras haber consumido alcohol.

Los jóvenes conductores en Sudáfrica son más dados a conducir tras haber bebido alcohol (45%) mientras que los británicos son los que menos, con solo un 4%, lo que refleja la aplicación estricta de la ley y la política de baja tolerancia en este ámbito.

Esto se agrava por la cantidad de jóvenes entre 17 y 24 años que pasan su tiempo libre bebiendo en los clubes. En toda Europa, ésta fue la segunda actividad principal entre los jóvenes.

Se estima que 16.800.000 jóvenes europeos pasan su tiempo de ocio bebiendo. Con una media del 20% de jóvenes conductores que admite beber antes de conducir, esto supone 3.360.000 jóvenes conductores que beben en Europa.