Son algo más que híbridos de pájaro y ser humano. Las cabezas de ave y los cuerpos desnudos de las figuras de Vinz (Valencia, 1979) dejan al descubierto el lado más vulnerable de nuestra existencia y alertan sobre la necesidad de no dejarnos vencer por el miedo, la inseguridad y los ataques.

En muchas de las obras del autor —presentes no sólo en Valencia y Barcelona, sino en varias ciudades europeas— las criaturas sufren abusos policiales, agresiones de "agentes del orden" con cara de reptil o cubiertos con un casco que impide saber a qué especie pertenecen.

Una selección del trabajo más reciente de Vinz se expone del 1 al 29 de diciembre en Batalla, en la galería Jonathan LeVine de Nueva York, la primera muestra del autor en los EE UU, que además coincide con la publicación de un libro, Vince Feel Free, editado por Wooster Collective. Las pinturas, los collage y las esculturas de la exposición tienen como tema central la represión policial y las imposiciones corporativas y religiosas que establecen un orden social conveniente para algunos "a expensas de la libertad personal".

El título del libro alude a una iniciativa que el artista comenzó en 2011, Feel Free (que se podría traducir por sentirse libre) un proyecto de arte callejero compuesto por la serie de ilustraciones de personajes híbridos que aplica con engrudo a las paredes. Vinz transmite con la iniciativa y con el resto de sus obras un rechazo al miedo y al inmovilismo y anima al espectador a seguir adelante sin dejarse amedrentar por quienes tienen interés en que nada cambie.

Utiliza las especies en un sistema de símbolos en el que los pájaros son la libertad, los peces personifican al consumismo y las ranas y los lagartos simbolizan la autoridad.  Para sus escenas protagonizadas por personajes antropomórficos en situaciones de amenaza, pero también de profundo amor, él mismo hace las fotografías. Capta a los policías cuando acude a protestas y también los cuerpos desnudos que (una vez ampliados a gran escala) completa pintando las cabezas de animales. El lienzo pueden ser papeles amarillentos y viejos que ya nadie quiere o un muro del barrio valenciano de Ruzafa.