Según este informe, el médico examinó el pasado 22 de septiembre a este hombre, L.C.C.R., un ciudadano guatemalteco de 38 años que fue arrestado el 23 de junio anterior por robar presuntamente junto a su esposa en casa de un oficial de la Policía municipal. La magistrada Iris Valero -que

Ambas posibilidades se corresponden con las versiones contradictorias aportadas respectivamente ante la juez por el detenido y los agentes imputados.

En el informe forense se refleja que L.C.C.R. presenta "traumatismo costal izquierdo con fractura de arco costal 9 y 10 no desplazada y posterior diagnóstico de lumbalgia".

Además, la propia víctima presentó a la magistrada catorce fotografías realizadas el 26 de agosto en las que se aprecian "hematomas en región paravertebral (zona dorsal) y ambos flancos abdominales (región lateroposterior)".

Según el especialista, el agredido precisó 45 días para su curación de estas lesiones aunque no tuvo que ser hospitalizado ni sufrió secuelas.

Por otro lado, en la última de las tres declaraciones que ha prestado, el ciudadano guatemalteco negó que los policías le rompieran el bazo y fuera operado en Madrid, un extremo que se barajó al inicio de la investigación judicial, cuando ésta era seguida también por el Juzgado de Instrucción 2 de la ciudad en el marco de unas escuchas telefónicas por un asunto de drogas.

En cuanto a su esposa, V.L.S.M., de 24 años y detenida también junto a su marido el mismo día por participar presuntamente en el robo en casa del agente, únicamente sufrió una "erosión en la cara externa del tobillo derecho" de la que tardó en curar entre tres y cinco días, de acuerdo con el forense.