Detenido el hijo de la abogada asesinada en su chalé la noche de la Eurocopa

  • La mujer, de 62 años, falleció tras recibir un fuerte golpe en la cabeza la noche que España ganó la Eurocopa de fútbol.
  • Su hijo aseguró que dos o tres encapuchados entraron en la vivienda para robar.
  • La Policía le imputa ahora la muerte de la mujer.
Domicilio de la abogada fallecida el pasado mes de julio, situado en el número 13 de la calle de Arroyofresno.
Domicilio de la abogada fallecida el pasado mes de julio, situado en el número 13 de la calle de Arroyofresno.
EFE
Domicilio de la abogada fallecida el pasado mes de julio, situado en el número 13 de la calle de Arroyofresno.

La Policía Nacional cree haber esclarecido el crimen de María Ángeles Lousa, la abogada gallega que fue asesinada en su casa de Madrid el pasado verano. En concreto, y según confirmó un portavoz de la Jefatura Superior de Madrid, los agentes del Grupo V de Homicidios han detenido a su hijo, Ramón Sánchez, de 32 años, como autor de su muerte.

El arresto se produjo este lunes después de que los investigadores comprobasen que existe una coincidencia inequívoca entre las muestras de pelo recogidas bajo las uñas de la fallecida y el cabello de su hijo, que este martes pasó a disposición judicial acusado, en principio, de homicidio. El juez de Instrucción número 22 de Madrid ha decretado su ingreso en prisión provisional eludible bajo una fianza de 25.000 euros.

Según las mismas fuentes, Sánchez pasará un examen médico para tratar de averiguar si padece algún trastorno mental.

Se fabricó una coartada

El crimen se produjo el pasado 1 de julio, el mismo día que la selección española de fútbol se proclamó campeona de Europa, en la vivienda familiar, situada en el barrio de Puerta de Hierro (distrito de Fuencarral-El Pardo).

Tras ver el partido, María Ángeles, natural de Betanzos (A Coruña), se fue a su dormitorio. Según el Grupo V de Homicidios, su hijo acudió después a la habitación y la golpeó en la cabeza con un objeto contundente tras un forcejeo. Después, revolvió la habitación y se autolesionó —causándose una brecha en la cabeza— para fabricarse una coartada.

Según relató a la Policía la misma noche, sorprendió a dos o tres encapuchados en la habitación de su madre, que yacía inerte. Uno de ellos le habría golpeado en la cabeza antes de que la banda decidiese huir.

Los agentes sospecharon de él al ver que no faltaba nada en la vivienda y que tampoco había puertas ni ventanas forzadas. Las pruebas forenses, según la Jefatura, le incriminan de forma directa.

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