El Ayuntamiento de Logroño colaborará con 42.500 euros para que Cruz Roja construya una unidad de salud básica en Gambia

El Ayuntamiento de Logroño colaborará con 42.500 euros para que Cruz Roja Española lleve adelante la construcción de una unidad de salud básica en Gambia, un proyecto que podrá atender a una población de 13.400 personas de 10 aldeas de la región de Upper River del país del oeste africano.
Merino y Reinares, en la rueda de prensa
Merino y Reinares, en la rueda de prensa
EUROPA PRESS
Merino y Reinares, en la rueda de prensa

El Ayuntamiento de Logroño colaborará con 42.500 euros para que Cruz Roja Española lleve adelante la construcción de una unidad de salud básica en Gambia, un proyecto que podrá atender a una población de 13.400 personas de 10 aldeas de la región de Upper River del país del oeste africano.

El concejal de Alcaldía y Relaciones Institucionales, Javier Merino, y el presidente de Cruz Roja Española en la Rioja, Fernando Reinares, han presentado esta mañana el proyecto, que tiene un coste global de más de 770.000 euros y en el participarán más instituciones. Se inició en enero pasado, y está previsto que finalice en diciembre de 2013.

Como ha señalado Javier Merino, "el equipo de Gobierno mantiene su apuesta por la cooperación" y en esta línea apoya a Cruz Roja en las diferentes iniciativas que desarrolla tanto a través de los proyectos de cooperación como en sus actuaciones para proteger a las personas que habitan en los países menos favorecidos del mundo.

El objeto de esta iniciativa, como ha detallado Reinares, es "la mejora de las condiciones socioeconómicas, higiénico-sanitarias y de organización comunitaria en diez aldeas ubicadas en la región Upper River, en Gambia, además de construir pozos de agua y letrinas".

La unidad de salud "se construirá en una de las diez aldeas y el número de beneficiarios supera las 13.400 personas de las diez aldeas, que se encuentran en un radio no superior a cuatro kilómetros, igual que ocurre con el resto de actuaciones englobadas en este proyecto".

"Lo que es seguro -ha añadido Merino- es que este dinero, a través de Cruz Roja, llega". El proyecto tiene un enfoque integral para fortalecer las comunidades a través de procesos participativos e incidir en la salud, el agua y el saneamiento y la seguridad alimentaria.

Los más de 13.400 habitantes de estas aldeas se beneficiarán de las infraestructuras de agua y saneamiento, de un servicio mejorado de salud y de las propuestas de generación de ingresos y de los procesos de sensibilización y formación que se realizan en las aldeas.

Actuaciones concretas.

En concreto, una vez finalice el proyecto cada una de las aldeas dispondrá de un puesto de salud debidamente acondicionado y equipado y con personal formado. Las comunidades dispondrán de un vehículo sanitario para trasladarse al centro de salud regional.

También dispondrán de infraestructuras de agua y saneamiento adecuadas y en cantidad suficiente. Así, cada aldea tendrá al menos una fuente de agua potable de nueva construcción o rehabilitada, situada a menos de 500 metros de las viviendas y todas las familias tendrán letrinas para uso privado.

Además, las personas más vulnerables de las comunidades beneficiarias disponen de medios complementarios para prevenir enfermedades ligadas a la mala calidad del agua y el saneamiento. Un ejemplo es que las mujeres embarazadas y los menores de diez años tendrán una mosquitera impregnada para prevenir enfermedades.

Finalmente, la población de las aldeas beneficiarias será formada en materia de salud preventiva. Otra de las actividades que se están realizando es la formación en horticultura, en recolección y conservación de alimentos y en gestión de huertos, del que son beneficiarias 210 mujeres de la zona.

Tras estudiar a los habitantes de estas aldeas, se desprende que la religión predominante es la musulmana, aunque de muy variadas etnias. Los pobladores de cinco de las aldeas son de etnia Mandika, tres son Fula, una Bambara y otra Saharole.

La mayoría de las aldeas se organizan en complejos habitacionales familiares, a excepción de los fulas que, debido a su naturaleza pastoral, sus viviendas se encuentran más apartadas unas de otras, formando aldeas de grandes dimensiones.

"En España, ahora mismo, se necesita mucho, pero aún nos sobra para destinar algo a países que, como Gambia, no tienen nada", ha concluido Reinares.

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