La SGAE califica de "creador imprescindible" al cineasta aragonés

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de la que el cineasta José Luis Borau, fallecido hoy a los 83 años, era presidente, ha calificado al realizador de "creador imprescindible que dedicó su vida al cine".
José Luis Borau
José Luis Borau
ENRIQUE CIDONCHA
José Luis Borau

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de la que el cineasta José Luis Borau, fallecido hoy a los 83 años, era presidente, ha calificado al realizador de "creador imprescindible que dedicó su vida al cine".

Socio de la SGAE desde 1964, Borau presidió la entidad desde el año 2007 hasta 2011. "Durante este periodo volvió a demostrar su responsabilidad por desarrollar su cometido con verdadero entusiasmo, convencimiento y profesionalidad", indica esta institución.

"No tengo otros consuelos, ni distracciones, ni lugares intermedios. No tengo otras ambiciones", declaró en numerosas ocasiones este autor comprometido al máximo con su profesión: el cine.

A lo largo de su vida, José Luis Borau cultivó su amor por el Séptimo Arte en sus diferentes facetas: director y productor, crítico cinematográfico en su primera juventud, profesor de guión y maestro reconocido para una nómina ilustre de cineastas, productor, actor ocasional, cinéfilo erudito, historiador apasionado y riguroso, director de un necesario certamen (Semana de Cine Experimental de Madrid), editor de libros imprescindibles, escritor de cuentos y narrador literario, presidente de la Academia Española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (AACCE) desde 1994 hasta 1998 y director de películas fundamentales para la historia del cine español.

"Llama la atención de la trayectoria del creador aragonés, su apasionamiento hacia todo aquello de lo que formaba parte. Para él no existía la palabra vacaciones pues cuando se le preguntaba al respecto solo tenía una respuesta: "Yo las dedicaré a trabajar", recuerda la SGAE.

Borau, que era Académico de la Real Academia de la Lengua y que obtuvo el sillón que antes ocupaba otro célebre de la gran pantalla, Fernando Fernán-Gómez, en el año 2008, ha tenido numerosos reconocimientos que ponen de manifiesto su excelsa carrera como la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián por Furtivos (1975), Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (1988), Medalla de Oro de la Academia de Cine (2000), Goya a la Mejor Dirección y Premio Especial del Jurado del Festival de Cine de Málaga por Leo (2000), Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza y Medalla de Honor de la Asociación Española de Historiadores de Cine -AEHC- (2001), Miembro de la Real Academia de San Fernando y Premio Nacional de Cinematografía (2002), Premio Tigre Juan de narrativa por su debut literario, Camisa de once varas (2003), o III Premio Aragoneses en Madrid, concedido por la Chunta Aragonesista (2007).

El cine,

Su gran pasión

Probablemente el hechizo cinematográfico comenzó el día que nació, el 8 de agosto de 1925, fecha en la que ¿casualmente? Luis Buñuel estrenaría en París 'El perro andaluz' y Florián Rey en España 'La aldea maldita', y continuó con su primer cortometraje, 'La despedida' (1959), producida con un presupuesto de 750 pesetas, que contaba la historia de un viejecito que se escapaba de un hospicio para despedirse definitivamente del mundo mientras caminaba por las calles de Madrid.

Dejó alumnos aventajados como José Luis García Sánchez, Pilar Miró, Ángel Fernández-Santos, Iván Zulueta o Manuel Gutiérrez Aragón, entre otros, y películas indispensables para el cine español ('Hay que matar a B', 'Furtivos', 'Tata mía'...), al que adoraba. De hecho, fue presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España.

"En definitiva, una vida dedicada al cine de un creador imprescindible del que recientemente se ha publicado su biografía, escrita por Bernardo Sánchez Salas, e impulsada por la Fundación Autor, 'La vida no da para más'", concluye la entidad.

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