Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete inician a mediodía la segunda jornada de negociaciones sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020 con dudas sobre las posibilidades de acuerdo.

Las posiciones entre los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido, que piden más recortes y los beneficiarios de las ayudas, entre los que está España, que defienden el mantenimiento de las inversiones, siguen alejadas tras la nueva propuesta de compromiso del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

"La atmósfera ha sido buena y esto cuenta, pero todavía queda un camino largo para negociar y es improbable que se pueda lograr en esta cumbre", ha explicado la canciller alemana, Angela Merkel, tras la primera jornada maratoniana de 15 horas de negociaciones, en su mayor parte bilaterales.

En el mismo sentido se expresaron el presidente francés, François Hollande, y el máximo representante de la Eurocámara, Martin Schulz. De no haber acuerdo, los diplomáticos ya han previsto convocar una nueva cumbre extraordinaria a principios de febrero.

La última propuesta de compromiso de Van Rompuy, presentada en torno a la medianoche, mantiene el recorte global de 80.000 millones de euros respecto al plan original de la Comisión, pero mejora las ayudas agrícolas y regionales a costa de reducir la inversión en I+D e infraestructuras.

La propuesta pretende contentar a España, Francia y los países del este y centro, que consideraban inaceptable el plan anterior por imponer recortes excesivos a los fondos estructurales y la política agrícola común. En contraste, molesta a países como Suecia, Dinamarca u Holanda, que reclaman modernizar el presupuesto comunitario y reducir las ayudas agrícolas.

En concreto, Van Rompuy propone incrementar en 11.000 millones de euros las ayudas regionales y en 7.700 millones de euros las subvenciones agrícolas. En contraste, los fondos destinados a mejorar la competitividad de la economía europea se reducirán en 13.100 millones de euros, de los cuales 5.000 millones corresponden a infraestructuras de transporte, según han explicado fuentes diplomáticas.

La nueva oferta no incluye ningún recorte en gasto administrativo y salarios de los funcionarios, lo que indica que Van Rompuy se guarda esta partida como última carta para la negociación. En particular, el primer ministro británico, David Cameron, le ha reclamado disminuciones en esta partida de entre el 25% y el 30%, en línea con los aplicados en Reino Unido.

Rajoy estudia los cambios

El presidente del Consejo Europeo ofrece además un fondo específico de 2750 millones de euros a España para paliar el impacto de la crisis y la pérdida de ayudas de su anterior plan, que fuentes diplomáticas cifraron en 20.000 millones de euros.

"La vamos a estudiar y mañana nos reuniremos otra vez para intentar llegar a un acuerdo", explicó Rajoy a su salida de la reunión.

De este cheque, 200 millones corresponden a Extremadura, que además mantendrá el nivel de ayudas que recibe actualmente al estar su nivel de renta por debajo del 75% de la UE.

Un total de 1.550 millones se repartirán entre Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Canarias y Melilla, catalogadas como "regiones en transición" porque su PIB está entre el 75% y el 90% del promedio comunitario y los 1.000 millones restantes irán al resto de comunidades autónomas.

El compromiso de Van Rompuy incluye además 50 millones de euros extra para Ceuta y Melilla y subvenciones específicas para Canarias en su condición de región ultraperiférica.

Según esta propuesta, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia, que en el actual periodo son objetivo prioritario de la política de cohesión de la UE, mantendrán al menos el 60% de las ayudas europeas, en lugar del 57% propuesto anteriormente. Además, se les aumenta de 300 a 500 euros la prima por parado para el nivel de desempleo que supere la media de la UE.