El Museo de Artes Aplicadas de Austria se reorganiza para revelar el esplendor modernista de Viena

  • El MAK culmina un ambicioso proyecto con tres grandes salas que repasan el recorrido del movimiento con muebles, diseños, textiles, menaje y arte.
  • El 'Sezessionsstil' de finales del siglo XIX apostaba por líneas claras, sobriedad y motivos geométricos basados en el Extremo Oriente.
  • El museo recrea habitaciones que reviven la decoración de interiores de la época y enseña trabajos sobre papel de Klimt y muebles de Koloman Moser.
Diseños de Gustav Klimt, creados entre 1910 y 1911
Diseños de Gustav Klimt, creados entre 1910 y 1911
Gustav Klimt - © MAK/Georg Mayer
Diseños de Gustav Klimt, creados entre 1910 y 1911

Menos fantasioso y libre que el Art Nouveau, el Sezessionsstil (movimiento de secesión) vienés  apostaba a las puertas del siglo XX por líneas claras y armónicas, sobriedad oriental y motivos geométricos: buscaba un carácter propio en la utilidad extrema, pero sin descuidar la belleza.

El Museo de artes aplicadas de Austria (MAK) presenta en Wien 1900 (Viena 1900) la culminación del ambicioso proyecto de reorganización de su exquisita colección de diseños, muebles, textiles, menaje y arte creados en la capital austriaca entre 1890 y 1938, uno de los periodos de mayor esplendor intelectual y artístico del país. Las tres grandes salas dedicadas al periodo repasan las raíces y el desarrollo del modernismo vienés y su efecto en el arte posterior.

Una de las inquietudes de los creadores y los teóricos del arte era encontrar un estilo que definiera la Austria del comienzo del siglo XX, en aquel momento una de las capitales culturales más importantes de Europa. El resultado fue el Sezessionsstil, el estilo inspirado en la funcionalidad de las culturas del Extremo Oriente (sobre todo la japonesa), con adornos contrarios a la ampulosidad imperial del siglo anterior.

Rabiosa oposición al barroco

El movimiento primó la importancia de la pieza única, artesanal y  hecha a mano. Entre las obras destacadas de la colección hay un juego de té del arquitecto y diseñador industrial Josef Hoffmann (1870-1956), abstracto e inusual pero con la delicadeza de la elaboración manual. Los muebles del artista Koloman Moser (1868-1918), de influencia grecorromana y con una rabiosa oposición al estilo barroco, también se exhiben en las salas del museo, que recrea habitaciones que reviven la decoración de interiores de la época.

Parte de los artistas, diseñadores y arquitectos eran afines a las teorías del arquitecto Adolf Loos (1870-1933), que quería dejar atrás el estilo historicista por completo y centrarse en la utilidad sin florituras. Otros eran de la opinión de Otto Wagner (1841-1918) —también arquitecto y antiguo maestro de Loos— partidario de la ornamentación neoclásica y modernista.

Pronto hubo escisiones y pintores como Gustav Klimt (del que se exponen grandes láminas de diseños sobre papel) dejaban el grupo por sentir que coartaba su creatividad, pero no fue el final del movimiento de secesión, sólo una ramificación del estilo, que se volvió más permeable y aceptó influencias internacionales.

La colección repasa con piezas de otros países europeos el intercambio de ideas de los creadores vieneses con el movimiento holandés De Stijl o con la escuela de diseño Bauhaus.

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