Los caballos de pura raza intervenidos judicialmente al presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella, Juan Antonio Roca, han mejorado desde que se denunció su situación, aunque los trabajadores que los cuidan siguen sin cobrar su salario desde hace ocho meses. Tras conocerse la muerte de tres equinos en septiembre y la situación enfermiza de 10 de los 103 caballos intervenidos en la finca La Caridad, el estado de los animales ha mejorado, según los empleados de las instalaciones. Además, reconocen que aunque se ha vuelto a aumentar la cantidad de comida, los ejemplares nunca estarán como antes.Cuando se produjo la intervención judicial, en marzo, en la finca –en San Pedro Alcántara– trabajaban nueve personas entre jinetes, mozos de cuadras, cocheros, guardas y una veterinaria. Dos han sido despedidos. Esta decisión no les fue comunicada por escrito, pero sí verbalmente. El resto, al no cobrar, ha decidido comunicar el impago a los sindicatos.