Pasqual Maragall fue presidente de la Generalitat después de haber sido alcalde de Barcelona; José Montilla fue presidente tras llevar la alcaldía de Cornellà. Ni Jordi Pujol ni Artur Mas han sido alcaldes antes que presidentes. Pere Navarro es alcalde de Terrassa...

¿Es un plus añadido haber sido alcalde para poder ser presidente?

El mundo municipal te da otra manera de gobernar, más cercano a la gente y sus problemas. Y, sobre todo, no puedes utilizar excusas para no hacer las cosas. Los gobiernos de Pujol y Mas nunca han asumido la culpa de nada, siempre se la echan a otros. En cambio, los gobiernos de Maragall y Montilla lo que hicieron fue no acordarse de los otros, remangarse y ponerse a trabajar. Ese es el estilo de los alcaldes socialistas.

¿Y Pere Navarro es más del estilo Maragall o del estilo Montilla?

Pere Navarro es del estilo Pere Navarro. Aunque tuviera que definirme sería una mezcla de uno y otro.

Pero, usted defiende el federalismo, que es una idea de Maragall.

Sí, pero también es una idea del PSC, un partido federalista desde hace mucho. Es cierto que Maragall hizo de eso su bandera y que de aquí salió la idea de la España plural. Pero, en todo caso, estuvimos trabajando para un nuevo Estatuto de autonomía, que avanzaba hacia el proyecto federal, pero está claro ahora que la Constitución debe  evolucionar y esta estructura territorial de España también debe transformarse hacia un Estado federal.

Las manifestaciones de la Diada y de la huelga general han marcado las elecciones. ¿Cuál destaca?

Las dos son muy importantes. Artur Mas parece que sólo remarca la del 11 de septiembre, como si la del 14-N no hubiera ido con él. Incluso dijo que si tuviéramos la independencia no se habría hecho la manifestación de la huelga, algo que me parece una frivolidad. Tendría que haber escuchado y respetado el mensaje que envió la gente que salió a la calle. Y el 11 de septiembre fue un grito para demostrar que Cataluña se siente menospreciada por el resto de España y esto se hizo bajo la bandera de la independencia, pero como un símbolo. Se ha vendido que la independencia solucionará todos nuestros problemas, pero en una Cataluña independiente gobernada por Mas continuaríamos perdonando los impuestos a los ricos y recortando los servicios a las clases medianas y trabajadoras.

¿El PSC se siente cómodo con el derecho a decidir?

Nosotros decimos que, si se cumplen las condiciones para que los catalanes opinen sobre su vinculación con España, debe haber una consulta, siempre que sea legal y negociada. No se nos pasa por la cabeza que un gobierno pueda convocar un referéndum ilegal. Esto sólo lo piensa Mas, algo que es preocupante.

Pero, ¿el PSOE se siente cómodo con esta posición del PSC?

Tenemos una discrepancia, que ya hemos expresado, pero también un punto en común, que es una voluntad de negociar y de poder llegar a un acuerdo. Nos une el hecho de querer cambiar la Constitución y avanzar hacia un modelo federal. Y, sobre todo, nos une el querer acabar con estas políticas de la derecha catalana y española, de Mas y Rajoy.

¿Qué le diría a un catalán de izquierdas que se siente español?

Respeto mucho el sentimiento de pertenencia, que es individual de cada cual. Le diría que si es de izquierdas y quiere que Cataluña continúe vinculada con España, solo tiene un partido que lo defienda, el PSC.

¿Y a un catalán de izquierdas que sólo se siente ya catalán?

Pues, le diría lo mismo. Se puede sentir la necesidad de que Cataluña tenga más autogobierno, pero que todavía esté relacionada con España de una forma que se le reconozca su personalidad y esté vinculada a la Unión Europea. El partido que defiende esto es el PSC.

CiU sostiene que recorta por la herencia del tripartito, liderado por el PSC.

También recibimos una herencia cuando llegamos al Gobierno en 2003. Y lo que hicimos fue ponernos a construir nuestro modelo. Mas ha dicho que la culpa es de los de antes y de Madrid, pero solo ha cumplido una de sus promesas electorales: eliminar el impuesto de sucesiones. Y ha hecho unas políticas de recorte de servicios y de derechos, que han afectado a la economía catalana. Nosotros le dejamos muchos hospitales, muchas carreteras y muchas escuelas que CiU no había hecho en 23 años de gobierno.

¿Repetiría el tripartito?

Si pudiera, buscaría aliados que no defiendan los recortes y que quieran mejorar nuestra vinculación en España.

Las encuestas les son desfavorables, pero hay muchos indecisos.

Les diría que no se resignen, que Cataluña no debe continuar gobernada por una mayoría de derechas por muchas cortinas de humo y banderas que desplieguen CiU, con la estelada, y el PPC, con la española. Hay otro futuro. Deben elegir si quieren el modelo de Mas, Rajoy o Merkel, o bien el de izquierdas.

¿El PSC se la juega?

No, no, en estas elecciones está en juego el futuro del país. El PSC defiende unos valores y unas ideas que vienen de muy lejos.

¿Qué es lo primero que aprobaría si fuera presidente de la Generalitat?

Una reforma fiscal para tener más ingresos, recuperando el impuesto de sucesiones para los más ricos, subiendo el IRPF y el impuesto de patrimonio a las rentas más altas, poniendo un impuesto verde para las empresas contaminantes y para la energía nuclear, luchando contra el fraude fiscal... Todo esto nos daría 2.600 millones de euros para hacer políticas sociales, como aumentar las becas comedor. Y, sobre todo, para dar oportunidades a los jóvenes.