El recibo del agua del año que viene será un 3,5% más caro que el que pagamos en la actualidad.

Una subida que, al menos, es inferior al 3,7% del IPC interanual registrado en el mes de agosto.

La empresa municipal de aguas de Córdoba actualizará de este modo el precio del servicio que ofrecen a los habitantes de la capital y que se cobra cada dos meses.

Ésta es la segunda subida en dos años y debe aprobarse en el Consejo de Administración de Emacsa, que se celebrará el próximo viernes.

El precio que pagamos por el agua es el resultado de la aplicación de dos tarifas: la de abastecimiento y la de depuración. Ambas tienen una cuota fija y otra variable, en función de quién consume (familias, industrias o comercios y organismos oficiales) y de la cantidad que se consume.

Un estudio hecho hace un par de años en 28 ciudades por la Federación de Consumidores de Andalucía (Facua) reflejaba que el agua de Córdoba es una de las más caras de España.

Según este informe, de 2004, Valladolid, Logroño, Santander, Pamplona, Málaga, Jaén y Bilbao son las siete ciudades con las tarifas más bajas para el consumo mensual de 12,5 metros cúbicos de agua con un contador de 15 milímetros.

Frente a ellas, las ciudades con el agua más cara son, por este orden, Alicante, Murcia, Córdoba, Tenerife, Barcelona, Palma de Mallorca, Madrid y Sevilla.

Los siete primeros meses de 2006 hemos consumido en la capital cordobesa un 6,88% menos de agua que en el mismo periodo del año pasado.

En total, Emacsa facturó el año pasado 25,127 hectómetros cúbicos, frente a los 29,240 que se recogieron durante todo el año.

Por lo tanto, el agua no consumida alcanzaba en agosto el 14%, una cifra que según la empresa municipal es «uno de los ratios más bajos de Andalucía» y se debe a un «aumento en la eficiencia de la red».