La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (Foro), ha mostrado este viernes su deseo de que el Principado se una al Gobierno Local en el compromiso de trabajar para encontrar un inversor y una alternativa para la planta gijonesa de Suzuki, aunque ha recalcado que todavía no ha logrado que dé respuesta a ninguna de las demandas planteadas desde la ciudad, empezando por la de participar en la financiación del Plan de Empleo.

Así lo ha indicado en la apertura del 11 Congreso Local de CCOO de Gijón en el CMI El Lano, en la que ha reconocido que el anuncio de cierre de Suzuki fue "el mayor golpe" recibido desde que está en el Ayuntamiento y la hizo sentir "mucha impotencia" por la pérdida de casi 200 puestos de trabajo sin ningún compromiso.

Moriyón, que ha elogiado la labor del sindicato en la lucha por la Democracia y la mejora de las condiciones laborales, ha remarcado que las posiciones ideológicas no pueden ser obstáculo para encontrar puntos de coincidencia. Como ejemplo, ha citado la preocupación por el alto paro, "una enfermedad que daña a todo el tejido industrial", ha apuntado, antes de pedir la involucración de todos en esta tarea y apostar por el diálogo.

No en vano, ha destacado que tras 17 meses al frente del Ayuntamiento, se ha alcanzado con los sindicatos el pacto de concertación social, algo que no se ha logrado en ningún otro municipio ni en el Principado, según ella. Dicho esto, ha precisado que "con más de 29.000 parados, no hay ningún motivo para la satisfacción".

En este sentido, ha incidido en que no hay "solución milagrosa", y aunque ha señalado que "probablemente sea momento de reivindicaciones, ha dejado claro que lo que hace falta son acuerdos, pactos sólidos en los que adquieran compromisos todas las partes y se asuman sacrificios. Para ella, "pocas cosas hay tan inexplicables en España como la incapacidad de llegar a un acuerdo político y económico nacional".

Asimismo, ha avanzado que desde el Ayuntamiento se tratará de aprobar un presupuesto volcado en la actividad económica y social, marcado por una "radical austeridad" en el gasto corriente para poder destinar recursos a la economía productiva y la cohesión social.

En el acto también han intervenido los portavoces de PSOE e IU-LV en el Ayuntamiento gijonés, Santiago Martínez Argüelles y Jorge Espina, respectivamente. El primero ha indicado que no tiene sentido plantear los problemas de deslocalización solo en el plano nacional, porque la política arancelaria que afecta a nuestra producción industrial se fija en Bruselas y las fábricas españolas no pueden competir con alguien que compite "deslealmente", ha dicho para acto seguido poner el ejemplo de Tailandia, donde no existe Seguridad Social ni otras protecciones laborales y sociales, y que es donde Suzuki quiere llevarse la producción de la planta gijonesa.

Arrasar nuestro modo de vida

"Si no ponemos aranceles, arrasarán nuestro modo de vida", ha augurado Argüelles, al tiempo que ha rechazado que se utilicen estos momentos convulsos y de cambio para culpabilizar a quien no tiene culpa.

Espina, por su lado, ha advertido que la "huida" de Suzuki no es la única, y ha citado los casos de cierre de Crady -en liquidación— o Famila, como pasa con otras muchas empresas. Por eso, ha animado a hacer un frente de lucha contra quienes quieren convertir a Asturias y Gijón "en un auténtico desierto industrial".

También ha reivindicado el papel de los sindicatos, y en concreto de CCOO, y ha recordado que "nada nos fue regalado", con referencia a los derechos sociales y laborales. "Estoy convencido que con la lucha y el compromiso de CCOO el futuro va estar siempre en manos de nosotros", ha apuntado.