Obama niega que el escándalo de la CIA haya comprometido la seguridad de EE UU

  • El escándalo ha salpicado también al jefe de las tropas en Afganistán.
  • La amante del director de la CIA obtuvo información clasificada.
  • Afirma que el ataque a Bengasi está relacionado con cárceles secretas en Libia, algo que la CIA ha desmentido.
  • El senador McCain pide una investigación como la del Watergate.
Una imagen del 13 de julio de 2011, publicada en la cuenta de flickr de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia ISAF por sus siglas en inglés), en noviembre de 2012, que muestra al general David Petraeus con su biógrafa, Paula Broadwell, posando en Afganistán.
Una imagen del 13 de julio de 2011, publicada en la cuenta de flickr de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia ISAF por sus siglas en inglés), en noviembre de 2012, que muestra al general  David Petraeus con su biógrafa, Paula Broadwell, posando en Afganistán.
EFE/EPA/ISAFMEDIA PHOTOSTREAM
Una imagen del 13 de julio de 2011, publicada en la cuenta de flickr de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia ISAF por sus siglas en inglés), en noviembre de 2012, que muestra al general David Petraeus con su biógrafa, Paula Broadwell, posando en Afganistán.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, negó este miércoles que la seguridad nacional se haya visto comprometida en el escándalo que llevó a dimitir a David Petraeus al frente de la CIA y en el que también está implicado el jefe de las tropas aliadas en Afganistán, y pidió esperar a que el FBI concluya su investigación.

La primera rueda de prensa de Obama tras haber ganado la reelección para gobernar hasta 2016 se centró en gran parte en ese escándalo, cuyas implicaciones políticas y de seguridad son aún un misterio.

"No tengo ninguna evidencia hasta este momento de que se haya divulgado información clasificada que de algún modo haya tenido un impacto negativo en nuestra seguridad nacional", sostuvo Obama.

El FBI encontró información clasificada en los ordenadores de Paula Broadwell, la ya ex amante de Petraeus, pero ella ha negado que se la diera el general retirado, que dimitió como director de la CIA la semana pasada tras admitir esa relación extramatrimonial.

Pese a que la investigación empezó meses antes, Obama supo del caso el 8 de noviembre, un día después de que su equipo de seguridad nacional fuera informado por el FBI y dos días después de haber ganado la reelección.

El escándalo salpica a otro general

El escándalo se ha ido extendiendo y se ha visto implicado también el general John Allen, jefe de las tropas de la OTAN en Afganistán y cuyo nombramiento como comandante supremo aliado en Europa ha quedado en suspenso.

Según el FBI, Allen mantuvo "comunicaciones inapropiadas" con Jill Kelley, amiga de Petraeus que dijo haber recibido correos electrónicos amenazantes de Broadwell y que motivó el inicio de la investigación.

Los correos electrónicos que supuestamente intercambió con la mujer el general John Allen, eran como un "teléfono erótico", según indicaron fuentes conocedoras del caso a la cadena Fox. Las fuentes indicaron a la cadena que esos correos eran más que simples "flirteos" con la mujer, conocida en los círculos militares de Tampa (Florida), y los compararon con un "teléfono erótico" por su contenido sexual explícito.

Correos sensuales del FBI

El agente del FBI que comenzó la investigación sobre los correos amenazadores de la examante del director de la CIA, David Petraeus, y que acabó con su dimisión, es Frederick W. Humphries II, según reveló este miércoles el diario The New York Times. De acuerdo con el diario neoyorquino, Humphries, de 47 años, es un veterano investigador de antiterrorismo a quienes sus colegas describen de "fuerte carácter", agresivo y con amplia experiencia en la agencia federal.

"Fred es el tipo de colega apasionado. Es un poco obsesivo. Si muerde algo, es como un bulldog", señala el rotativo citando a unos compañeros de trabajo.

Humphries fue a quien recurrió su amiga Jill Kelley, cuando ésta recibió correos amenazantes anónimos, que posteriormente se descubrió que provenían de la examante de Petraeus. No obstante, fue apartado de la investigación cuando sus superiores pensaron que se estaba implicando personalmente, después de descubrir que había enviado fotos suyas con el torso desnudo a Kelley.

Cárceles clandestinas en Libia

Sobre la información clasificada que ha podido salir a la luz con este escándalo todavía planean muchas dudas. En un discurso en la Universidad de Denver en octubre, Broadwell comentó que el ataque al consulado estadounidense en Bengasi del 11 de septiembre fue obra de un grupo de libios que intentaba rescatar a prisioneros de guerra en un edificio anexo de la CIA y sugirió que Petraeus manejaba esa información.

La CIA lo ha negado y ha rechazado que hubiera cárceles clandestinas en Libia "antes, durante o después" de ese ataque, en el que murieron el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses.

Durante la rueda de prensa, Obama pidió al Congreso que detenga sus "intolerables" críticas a la embajadora del país ante la ONU, Susan Rice, sobre su respuesta al ataque al consulado en Bengasi y las dirija en su lugar hacia él.

Rice ha estado en el centro de las críticas republicanas a la gestión que hizo el Gobierno de Obama en relación con el ataque debido a que después del mismo la embajadora apareció en varias cadenas de televisión atribuyéndolo a "protestas espontáneas", una hipótesis que más tarde se descartó.

Obama reconoció que es necesario "llegar al fondo" de lo ocurrido en Bengasi, después de las críticas por las versiones contradictorias que ha ofrecido su Gobierno al respecto. Esta semana están previstas varias audiencias en los comités de inteligencia de ambas cámaras del Congreso para intentar arrojar luz sobre lo ocurrido en el ataque.

Será este viernes cuando el general retirado, David Petraeus, testificará ante el Congreso sobre el ataque al consulado de EE UU. Petraeus debía comparecer este jueves, y tras su inesperada renuncia el pasado viernes, no estaba claro si acudiría a testificar.

McCain pide una investigación como la del Watergate

El senador John McCain propuso este miércoles que un comité especial del Congreso estadounidense, al estilo del que investigó en 1973 el escándalo Watergate, para investigar el ataque contra el consulado de EE UUen Bengasi (Libia), en el que murieron tres estadounidenses.

McCain acompañado de los senadores también republicanos Kelly Ayotte (Nuevo Hampshire) y Lindsey Graham (Carolina del Sur) hizo esta propuesta en una rueda de prensa en la que consideró que ésta es la mejor forma de aclarar los hechos.

Los senadores apuntaron que la información afecta a la jurisdicción de los distintos comités de inteligencia, relaciones exteriores y fuerzas armadas, por lo que un comité conjunto de este tipo evitaría triplicar las audiencias.

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