La zarzuela de Chueca desembarca en Valladolid en forma de dos ensayos de época y moderno que persiguen la originalidad

La zarzuela llegará a partir de este jueves al teatro Calderón de Valladolid de la mano de 'Agua, Azucarillos y Aguardiente' y 'El Bateo', que en escena se representan en forma de ensayos de época y moderno en un equilibrio que persigue la originalidad.
De izq. A drcha. Oliver Díaz, Viteri, Cantalapiedra y Francisco Matilla
De izq. A drcha. Oliver Díaz, Viteri, Cantalapiedra y Francisco Matilla
EUROPA PRESS
De izq. A drcha. Oliver Díaz, Viteri, Cantalapiedra y Francisco Matilla

La zarzuela llegará a partir de este jueves al teatro Calderón de Valladolid de la mano de 'Agua, Azucarillos y Aguardiente' y 'El Bateo', que en escena se representan en forma de ensayos de época y moderno en un equilibrio que persigue la originalidad.

El montaje, que se pondrá en escena hasta el domingo, reúne dos títulos de Federico Chueca ambientados en dos ensayos ocurridos en la misma sala pero con una diferencia de más de cien años: el ensayo de 'Agua, Azucarillos y Aguardiente' se ambienta en su época y, con una acción "muy estática" reúne a los actores vestidos de época y carece de utillería.

"La acción está basada en la palabra", ha asegurado el director de escena, Francisco Matilla, quien ha contrapuesto este escenario al de 'El Bateo', cuya acción transcurre más de un siglo después y, por tanto, se ambienta en un clima moderno, en el que la gente viste de paisano y que cuenta con elementos audiovisuales.

Se trata de una mirada al género chico "desde otro ángulo": dos ensayos, dos épocas y dos maneras de interpretar "bien distintas", lo que supone un "reto" para los actores, los ya consagrados y los nuevos cantantes. "Es teatro dentro del teatro", ha explicado antes de defender su deseo de dar un "enfoque distinto" a obras que ya fueron estrenadas y que, por tanto, deben mostrar una cara distinta para resultar "apetecibles".

Es el "equilibrio" entre una parte antigua, "quizá excesivamente sencilla", y otra moderna, "excesivamente complicada", el que aporta originalidad al montaje, según el director de escena, quien ha señalado que las dos obras aúnan "humor y lagrimita", broma y crítica social.

El Coro de Amigos del Teatro Calderón y la Orquesta Clásica Europea, que cuenta con presencia de músicos locales, acompañan al reparto de Ópera Cómica de Madrid en su interpretación de las dos obras, de las que el director musical, Oliver Díaz, ha destacado el "talento e ingenio" de Federico Chueca, "uno de nuestros compositores más ilustres".

En concreto Díaz, quien ha ensalzado la calidad y entrega de los miembros de la Orquesta y el Coro, se ha referido al "talento" de Chueca para crear música nueva sobre la música popular: valses, polcas, pasodobles, marchas o mazurcas, entre otras.

Matilla se ha referido a la participación en el proyecto de iniciativas culturales locales —"es lo que se debe hacer"— ya que el objetivo radica en potenciar en cada ciudad las cosas que le pertenecen y en crear vínculos.

En la misma línea el director artístico del teatro Calderón, José María Viteri, ha augurado que en un futuro se podrá contar con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) pero que también es "bueno" poder contar con una formación que atienda no sólo las propuestas líricas sino también otras como la danza.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento