El equipo de gobierno del PP en la Diputación de Málaga ha aprobado en el pleno de este martes la salida de la institución de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), ya que, como ha insistido su presidente, Elías Bendodo, es "poco transparente".

Por su parte, el portavoz socialista, Francisco Conejo, ha calificado esta actitud de "abertzale y extremista", y la representante de IU, Antonia Morillas, ha dicho que es "una rabieta partidista del PP, que provocará la marginalidad de los pueblos".

"El PP no puede estar donde no quieren que estemos", ha señalado a los periodistas Bendodo en referencia a la FAMP, insistiendo, al respecto, en que "nos correspondía presidir esta institución después de haber ganado las pasadas elecciones municipales".

El portavoz del PSOE en la Diputación se ha mostrado, por su parte, muy crítico con la postura del Partido Popular, tachándola de "extremista", y ha subrayado que espera que todo vuelva a la normalidad.

Conejo ha comentado, de hecho, estar sorprendido con esta decisión porque "hasta hace poco los municipios gobernados por el PP pagaron las cuotas de la FAMP". A su juicio, "esta actitud se parece a las de los que se quieren independizar de España y van contra el Estado de Derecho".

Además, ha aseverado que "el PP no tiene la mayoría en la FAMP porque posee 267 alcaldes, mientras que el PSOE tiene 375". "Estos datos demuestran que no son una formación mayoritaria en esta institución", ha advertido.

Por su parte, la portavoz de Izquierda Unida en la institución supramunicipal ha hecho hincapié en que la decisión de los 'populares' responde a una "rabieta", que "provocará la marginalidad de los pueblos de Málaga y problemas en acuerdos con otras diputaciones".

"Están dejando a la Diputación en muy mal lugar con respecto al resto de municipios andaluces que están en la FAMP por una actitud infantil, por una rabieta partidista y por complejo de querer señalar siempre que ganaron las elecciones", ha expuesto Morillas.