'Pop siniestro', una exposición sobre la cara menos optimista y luminosa del Pop Art

  • La celebración del consumismo también albergó los miedos, la oscuridad y el escepticismo de los años sesenta y setenta.
  • Las obras de autores pop como Lichtenstein, Ruscha o Warhol se mezclan con trabajos de creadores que no se suelen asociar al movimiento artístico.
  • Hay alusiones a la Guerra de Vietnam, el Movimiento por los Derechos Civiles, la compulsividad, la soledad, el cine negro, la revolución sexual...
Foto de William Eggleston incluida en la muestra
Foto de William Eggleston incluida en la muestra
Whitney Museum of American Art, New York - © Eggleston Artistic Trust, courtesy of Cheim and Read,  N.Y.C.
Foto de William Eggleston incluida en la muestra

El Pop Art es conocido por su luminosidad, por mostrar una visión fresca y chispeante del consumismo que en los EE UU se disparó tras la II Guerra Mundial. El lenguaje comercial, los electrodomésticos, los envases, el cómic... Todo se podía convertir en arte, en un reflejo del placer por adquirir productos baratos y bonitos.

Pero la aparente superficialidad del movimiento artístico también albergaba miedos, angustias, oscuridad y escepticismo. Sinister Pop (Pop siniestro), en el museo Whitney de Nueva York a partir del 15 de noviembre y hasta marzo de 2013, es una mirada a la cara menos luminosa del Pop Art.

Los organizadores destacan "la sensación desasosegante" que producen las obras, reflexiones sobre el panorama cultural y social de los Estados Unidos entre los años sesenta y los setenta. Cuestiones como la revolución sexual, el Movimiento por los Derechos Civiles, los efectos de la Guerra de Vietnam o el consumismo enfermizo también alimentaron la visión pop.

En la fotografía, los dibujos, las pinturas, las impresiones, las esculturas y el material audivisual que componen la muestra se mezclan autores asociados desde siempre con el movimiento artístico con otros que aparentemente no lo están. La heterodoxia da a la exposición una lectura más compleja, que se sale de la habitual recopilación de trabajos famosos.

El lado oscuro de la naturaleza humana y el voyeurismo

La selección de piezas de Roy Lichtenstein, Jasper Johns, Andy Warhol, Claes Oldenburg, James Rosenquist y Ed Ruscha no son las más típicas y se presentan en un contexto pesimista nada habitual en la producción más conocida de los autores. Las obras de Vija Celmins y Milton Glaser o la fotografía de Robert Frank, Lee Friedlander, Peter Hujar y Weegee son algunas de las propuestas provocadoras de los organizadores, que se atreven a recopilar también trabajos cercanos a la oscuridad de la naturaleza humana; relativos al cine negro y al voyeurismo.

Los edificios de apartamentos y las gasolineras desiertas de Ed Ruscha, las autopistas fragmentadas de Allan D'Arcangelo y el conjunto escultórico de George Segal que muestra a los viajeros esperando al autobús son ejemplos de una exploración distópica del paisaje estadounidense. La compleja representación femenina en el Pop Art se ilustra con obras de artistas como Mel Ramos, Rosalyn Drexler y Tom Wesselmann. La compulsividad del consumo se palpa en las colillas gigantes amontonadas de Claes Oldenburg o en la fotografía del congelador atestado de comida y escarcha de William Eggleston. Sinister Pop cuestiona la banalidad del pop y descubre en él una angustia tan inesperada como atractiva.

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