Muñecas y balones para ‘jugar a los niños’

Niños de Nicaragua reciben los juguetes conseguidos gracias a la sexta edición de la campaña ‘Un juguete, una ilusión’.
Entre cientos de niños agolpados en la escuela de Sebaco Viejo (Nicaragua), a Jairo (12 años) y a sus dos hermanos pequeños, Lupe, de 6, y Miguel, de 5, se les ilumina la cara cuando recogen el carro que han estado esperando en una larga cola vigilada por sus profesoras. Es su primer juguete, con el que podrán entretenerse en la «champita», las chabolas en las que viven, de 15 metros cuadrados, fabricadas en madera, plástico y cinc.Como ellos, miles de niños en todo el país han recibido estos días muñecas, camiones y balones gracias a la sexta edición de la campaña Un juguete, una ilusión, organizada por Radio Nacional de España y la Fundación Crecer Jugando (promovida por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes). Las 200 ludotecas y 240.000 juguetes fabricados con el millón y medio de euros recaudado en las Navidades de 2005 han viajado a 14 países, entre ellos, Sahara, Malawi, Bosnia, Honduras o Haití. En concreto, 14.500 se han repartido en escuelas de la ONG Infancia Sin Fronteras y centros de las hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Nicaragua.

Jairo se va a casa sabiendo que tendrá que guardar su tesoro hasta la noche, ya que primero «debo acompañar a los papás a vender vegetales», recuerda. Un oficio al que le gustaría dedicarse de mayor  y que «de vez en cuando» le roba algunas horas de clase. Pese a todo, es afortunado, ya que sólo uno de cada cinco niños nicaragüenses está escolarizado. Por este motivo, la campaña recorre los países más desfavorecidos con el fin de acercar un poco más la infancia perdida a estos niños, empleados por sus padres como mano de obra lustrando zapatos o empleados como «niños de los hoyos», a quienes se pueden ver a lo largo de la maltrecha carretera tapando socavones por diez córdobas (medio euro) al día.

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