Agente destaca la relación entre los guardias civiles imputados y el presunto líder de la red

El inspector jefe del grupo segundo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Huelva ha destacado la relación entre los dos guardias civiles y el vigilante de seguridad de las instalaciones del Muelle del Tinto de Vigilancia Aduanera imputados con el presunto líder de la red.
Tercera sesión del juicio.
Tercera sesión del juicio.
EUROPA PRESS
Tercera sesión del juicio.

El inspector jefe del grupo segundo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Huelva ha destacado la relación entre los dos guardias civiles y el vigilante de seguridad de las instalaciones del Muelle del Tinto de Vigilancia Aduanera imputados con el presunto líder de la red.

Estas declaraciones han tenido lugar en la tercera sesión del juicio contra una organización, conformada por 13 personas —entre ellas dos agentes de la Guardia Civil—, acusada de sabotear el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en la zona de Lepe y de facilitar y dar cobertura necesaria para que las bandas que así lo requirieran lograran introducir alijos de hachís en la costa de la provincia onubense.

De este modo, el agente ha señalado que la investigación de este caso era "propia e independiente" de otra operación contra el narcotráfico. Este argumento cobra importancia debido a que los abogados de las defensas en la primera sesión solicitaron al tribunal la nulidad de las actuaciones, partiendo del auto que permitió las intervenciones telefónicas, ya que, a su juicio, "se han vulnerado derechos".

En concreto, inciden en la validez o no de las escuchas telefónicas, ya que consideran que estas diligencias tienen su origen en otra operación relacionada con el tráfico de drogas y, según insistieron, "están fundamentadas en meras sospechas policiales".

No obstante, el inspector jefe ha incidido en que "la investigación era propia e independiente", así como ha indicado que tuvo su origen en "fuentes propias" y no de otras investigaciones.

Asimismo, ha remarcado que mediante servicios de vigilancia a los sospechosos, así como la intervención de los teléfonos pudieron determinar "la relación" entre el agente del Servicio Marítimo de la Benemérita de la Guardia Civil de Huelva, acusado de un delito de tráfico de drogas y de asociación ilícita con el cabeza de la red, L.G.M.

En este sentido, ha asegurado que en unas de las conversaciones interceptadas se escucha como este agente, J.M.T, le dice a L.G.M: "yo estoy contigo; soy tu sombra". Ha apuntado que estas palabras las dijo J.M.T después de que se produjera el sabotaje al SIVE y antes de que se produjera la intercepción de un alijo.

Por su parte, J.M.T., —en libertad provisional desde el pasado 2 de agosto tras pagar una fianza, después de ingresar en prisión en febrero de 2011—, negó todos los hechos este martes, pero el inspector jefe en sus declaraciones de este miércoles ha incidido en el contacto entre ambos.

Según ha apuntado el otro agente de la Guardia Civil acusado, cuya identidad responde a las iniciales J.L.A.B, "informó de los movimientos" de los coches del Instituto Armado a L.G.M, en cuya vivienda se encontraron "15 carcasas de móviles que se correspondían" con los dispositivos de balizamiento en los vehículos patrullas de la Guardia Civil.

Por su parte, ha señalado que el vigilante de seguridad de las instalaciones del Muelle del Tinto de Vigilancia Aduanera, cuyas iniciales son J.L.G.G, también tenía una relación con el presunto jefe de la banda. A modo de ejemplo, ha apuntado que en las conversaciones o sms se ve este trato, puesto que pregunta L.G.M "le preguntó si había salido el pájaro", en referencia a un helicóptero, y otra vez, el vigilante le preguntó "cómo había ido" y el presunto líder le contesta "ya verás", debido a que se interceptó un alijo.

Tras el alijo interceptado por la Policía Nacional, el inspector jefe ha indicado que el supuesto líder le solicitó a los dos agentes y al vigilante que "se enteraran de lo que había pasado puesto que "tenía contactos en "la Guardia Civil y en Aduana pero no en la Nacional".

Sobre M.T.M., considerada por la fiscal pareja sentimental de L.G.M., durante los hechos y con un hijo en común, y acusada de blanqueo de capitales, ha apuntado que esta "le proporcionaba a L.G.M dinero e incluso para pagar el alquiler". Sin embargo, en su declaración ella apuntó que no conocía el contenido de la caja fuerte que le requisó la Policía durante un registro en su domicilio y que le había entregado L.G.M. "unos días antes", una caja que contenía más de 25.000 euros en metálico.

Respecto a otros de los acusados, T.A.V., de nacionalidad francesa, considerado como colaborador de la trama, y cuyo nombre aparece como acusado al operar junto a L.G.M. cuando lograron arribar supuestamente a la ría de Huelva un alijo de hachís transportado en una embarcación, el inspector jefe del grupo segundo de Estupefacientes ha remarcado que esta persona "habla castellano perfectamente" y durante sus declaraciones ante la policía "nunca pidió intérprete". No obstante, el martes declaró en el juicio en francés porque "apenas habla español" y su abogada, María Teresa Largo, aseguró en las intervenciones telefónicas intervenidas "no hay ninguna en francés".

Los hechos

Según reza en el escrito judicial, al que ha tenido acceso Europa Press, este grupo tenía "una perfecta estabilidad" desde el mes octubre de 2010 hasta febrero de 2011, momento de la detención, consiguiendo sus objetivos en varias ocasiones. Su cobertura consistía en hacer ellos mismos de punto de vigilancia las noches de los alijos.

Para ello, buscaban a más personas que hicieran esta función, es decir vigilar a las patrullas de servicio de la Guardia Civil para que la zona de alijamiento estuviera despejada, colocar un dispositivo de seguimiento en los coches patrulla y en las embarcaciones patrulleras de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera para tenerlos localizados los días de los alijos e inutilizar cuanto fuera posible los sistemas de vigilancia de la costa, y todo ello con la finalidad única y exclusiva de lograr arribar a las costas españolas los alijos de hachís de otras organizaciones.

La banda estaba "perfectamente estructurada", en concreto, los dos agentes de la Guardia Civil se encargaban de avisar sobre la actividad de la patrullera los días de los alijos planeados dando instrucciones al cabeza del grupo, que responde a las iniciales de L.G.M., sobre la hora y el lugar en el que tenían que ser introducidos los alijos, así como de colocar dispositivos de balizamiento en los vehículos patrullas de la Guardia Civil con el objetivo de que estos estuvieran siempre localizados.

A su vez, también está acusado un vigilante de seguridad de las instalaciones del Muelle del Tinto de Vigilancia Aduanera, que era el encargado de comunicar los movimientos de las embarcaciones en los días de los alijos.

Sabotaje al sive

Concretamente, cuatro acusados consiguieron el día 25 de diciembre de 2010 que dos de ellos accedieran a las instalaciones del SIVE y, una vez en el interior, tirotearon el sensor volumétrico de intrusión, el radar y la cámara de vigilancia, cortaron el cableado de dichos dispositivos y forzaron la puerta del lugar que da acceso a los paneles y pantallas de control de esos equipos, causando desperfectos por valor de más de 70.000 euros, mientras que los demás acusados se dedicaban a hacer llegar la droga a las costas onubenses.

Por todo ello, la Fiscalía pide más de 100 años de cárcel para los 13 acusados a los que acusa de delitos de asociación ilícita, de tráfico de drogas, de daños en bienes afectados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de tenencia ilícita de armas, de blanqueo de capitales y de un delito continuado de conducción de vehículo a motor sin permiso o licencia.

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