El experto en Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, Manuel Bousoño, ha destacado la importancia que ha tenido la introducción de la molécula agomelatina ya que, según ha asegurado, elimina los efectos secundarios que producen otros antidepresivos en los pacientes, tales como la sedación, la ganancia de peso, el embotamiento emocional o la disfunción sexual.

"Agomelatina es un antidepresivo eficaz y novedoso que actúa sobre la función dopaminérgica y noradrenérgica. Agomelatina mejora la función cognitiva y la ausencia de respuesta emocional a los estímulos reforzantes, mientras que otros antidepresivos, como los ISRS, empeoran la ausencia de respuesta emocional. Además, mejora aspectos de la capacidad hedónica, la energía, o el restablecimiento de los ritmos vitales", ha aseverado Bousoño.

Este experto se ha pronunciado así durante la sesión clínica 'on line', 'Lo mejor del XXV Congreso ECNP 2012', organizada por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), con la colaboración de Servier.

Allí, la psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Ángela Ibáñez, ha destacado la posibilidad de aplicar nuevas medicaciones en el alcoholismo de una manera precoz, tratando de minimizar el daño y considerando la falta de motivación como un síntoma más de la enfermedad.

Respecto a otros cambios que se producirán en el nuevo sistema de clasificación DSM-5, Ibáñez ha señalado la incorporación de la ludopatía en el apartado de las adicciones comportamentales. "En los trastornos de estrés postraumático se propugnan intervenciones en fases iniciales o previas a la sintomatología y sobre el Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) hay un gran volumen de investigación, tanto en su etiopatogenia, como en nuevas posibilidades psicoterapéuticas", ha recalcado.

Por último, la psiquiatra de la Universidad de Oviedo, Paz García-Portilla, ha expuesto una síntesis en torno a lo presentado en el Congreso sobre Esquizofrenia y Trastorno Bipolar. En este sentido, ha citado posibles nuevas dianas terapéuticas consecuencia de los conocimientos en mecanismos moleculares básicos cerebrales, y ha destacado la necesidad de que se delimiten, se evalúen y se aborden los síntomas negativos de la esquizofrenia.

Respecto al trastorno bipolar, ha insistido en aspectos clínicos tales como la demora en el diagnóstico, la comorbilidad con el trastorno Límite de la Personalidad, pero también en relación con datos procedentes de la investigación biológica sobre factores neurotróficos y la posibilidad de efectuar un estadiaje del momento evolutivo del trastorno.

Y es que, estudios recientes, presentados en octubre durante un seminario sobre ansiedad, autoestima e inteligencia emocional, afirman que casi un 10 por ciento de los españoles padece trastornos depresivos.