Pedro I de Castilla: un rey de asombrosa actualidad

  • Arsenio e Ignacio Escolar publican 'El justiciero cruel', un libro que revisa la historia de la Castilla medieval y sus similitudes con la historia moderna.
  • Lee el encuentro digital en el que participaron los coautores con motivo de su primera obra: "Los castellanos hicimos cosas que pudieron causar agravios".
Ignacio y Arsenio Escolar, en la presentación de El justiciero cruel.
Ignacio y Arsenio Escolar, en la presentación de El justiciero cruel.
JORGE PARÍS
Ignacio y Arsenio Escolar, en la presentación de El justiciero cruel.

Apodado el Justiciero por los suyos y el Cruel por sus detractores, Pedro I de Castilla vivió una de las épocas más ominosas de la Península Ibérica y protagonizó, junto con su hermanastro Enrique II, una guerra interna de sorprendente paralelismo con la Guerra Civil española del siglo XX.

Tras el éxito cosechado con La nación inventada. Una historia diferente de Castilla, (ya lleva 5 ediciones), los periodistas Arsenio Escolar –director de 20 minutos- e Ignacio Escolar retroceden de nuevo al medievo castellano con El justiciero cruel para desgranar los mitos en torno a Pedro I, ahondado en el complicado contexto que le tocó vivir, en el siglo xiv.

"Creo que era un personaje poliédrico con un carácter endemoniado y una salud precaria, tuvo una enfermedad infantil que le provocó paranoias", apunta Arsenio Escolar. "Todo eso le llevó a hacer barbaridades, cosas inadmisibles incluso para la época, como mandar matar de manera inmediata a cualquiera que pareciera un traidor".

Sin embargo, Arsenio se pregunta si parte de su conducta no se debió a una "legítima defensa". Fue un hijo abandonado por su propio padre, explica, que creció lejos de la corte, donde sí estaban los hijos bastardos del rey. Fue traicionado por todo el mundo, incluyendo su propia madre, María de Portugal, su tía y sus propios hermanastros. "Es curioso -señala el coautor- como a pesar de esa fiereza, perdona varias veces a algunos de sus hermanastros.  No parece congruente; precisamente se muestra más piadoso con Enrique, que termina matándolo a él y quitándole el trono. Tuvo varias oportunidades de acabar con Enrique en varias rebeliones y no lo hizo. Nunca se sabrá qué mecanismos le hacían ser tan extraordinariamente cruel con unos y tan compasivo con otros".

Víctima de la manipulación 

Arsenio Escolar destaca el papel del cronista Pedro López de Ayala, que escribió una versión "totalmente tergiversada" de la historia de Pedro I. "Ayala era una mezcla de jefe de prensa de Enrique II, de agitador, de publicista", explica. "Es curioso porque en sus crónicas encontramos técnicas de manipulación del periodismo moderno, hay algo de ‘protoperiodismo’ en la figura del cronista".

En este sentido, el oficio de periodista ayuda a detectar "esos rasgos de manipulación" en las crónicas. "Matices que a lo mejor un historiador no vería", señala el coautor.

Crisis generalizada

Cuando Arsenio e Ignacio Escolar comenzaron a investigar sobre el personaje y el periodo, encontraron curiosos  paralelismos con la actualidad. El siglo xiv es uno de los más relevantes de la historia de Europa, señalan los autores, con una crisis generalizada provocada por la guerra –la de los Cien Años, que enfrenta a Francia e Inglaterra-, la peste, con una mortandad terrible, mucho mayor que la de las dos Guerras Mundiales, y el hambre.

"Esto provoca una crisis en las estructuras de los incipientes Estados que se salda con un aumento bestial de la brecha social: los pobres acaban siendo más pobres, y los ricos, más ricos y con más privilegios", hace notar Arsenio. "Ahora hay una crisis económica global por unas razones y entonces también la hubo por otras. Es curioso o dramático cómo las consecuencias suelen ser las mismas al final de esos conflictos: se aumenta la diferencia de clases y la pérdida de derechos".

Dos guerras paralelas

Pero el paralelismo se hace especialmente notable en la guerra que dividió Castilla entre los partidarios del rey Pedro I  y los de Enrique, hijo bastardo de su padre. Sus coincidencias con la Guerra Civil española son notables: ambas duraron tres años, empezaron un año que acaba en 6 y terminaron en otro que acaba en 9. "La guerra entre Pedro I y Enrique II fue una guerra entre los que hoy llamaríamos la ‘derecha’ y la ‘izquierda’ y también la gana la derecha, además con el apoyo de la Iglesia -señala Arsenio-. Como en la Guerra Civil española, también ambos bandos tuvieron apoyo de potencias extranjeras, que se sirvieron del conflicto para probar nuevas armas. La historia se repite, no solo en forma de farsa,  sino en forma de tragedia. Una corriente de historiadores sostiene incluso que fue en ese momento cuando nacieron las dos Españas".

El poder de las mujeres

No obstante, en aquel periodo del siglo xiv una mujer tuvo un papel crucial: Leonor de Guzmán. Amante del rey Alfonso XI (padre de Pedro I), ejerció de reina de facto y fue madre de sus 10 bastardos, para los que consiguió títulos y posiciones privilegiadas en la corte. "En aquella época no se le daba tanta importancia al hecho de que un rey tuviera bastardos, no había esa animadversión como la que hay ahora por los hijos fuera del matrimonio. Los bastardos de Alfonso XI tuvieron una carrera en la corte sin que se opusiera nadie", aclara Escolar.

Fue Leonor de Guzmán quien dispuso el tablero en el que después se enfrentarían su hijo Enrique y el hijo de la reina, Pedro. "El papel de las mujeres en el reino de Castilla fue trascendental, las hay por docenas: Berenguela (madre de Fernando III), Leonor de Guzmán, María de Padilla (la mujer no oficial de Pedro I),  la bisabuela de éste, María de Molina… Algunas de ellas muy investigadas y otras no, pero muchas tuvieron un papel crucial", sostiene el periodista.

Una oportunidad perdida

Escribir El justiciero cruel ha ayudado a Arsenio Escolar a reflexionar sobre el desenlace de este conflicto. "Tengo la sensación de que fue una oportunidad perdida para Castilla", confiesa. "Si hubiera ganado Pedro I probablemente Castilla hubiera quedado más en la órbita del mundo anglosajón, en vez del francés. Hay muchos historiadores que hacen hipótesis históricas sobre qué hubiera pasado. No sabemos si hubiera sido mejor o peor para Castilla, pero sí que hubiera sido un reino totalmente distinto. El devenir histórico hubiera sido diferente".

La presentación de El justiciero cruel tendrá lugar este miércoles en La Central. Póstigo de San Martín, 8 (Madrid), a las 19.30 h. Entrada libre hasta completar aforo.

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