El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, y el director territorial de 'la Caixa' en La Rioja, Raúl Marqueta, han firmado esta mañana un nuevo convenio de colaboración que persigue la integración laboral de personas en riesgo de exclusión social a través de la mejora y conservación de los espacios naturales. El acuerdo contempla una inversión anual de 350.000 euros por parte de la entidad financiera.

La renovación del acuerdo entre el Gobierno riojano y la Fundación 'la Caixa' da continuidad al trabajo y a los buenos resultados cosechados desde que hace seis años comenzara esta colaboración. Durante este periodo se han destinado 5,2 millones de euros a 38 actuaciones de mejora de áreas naturales que han posibilitado la inserción de 163 personas en el mundo laboral.

En el presente convenio tendrán prioridad aquellos proyectos que contribuyan a minimizar los efectos del cambio climático, como pueden ser acciones que reduzcan las emisiones de CO2 en la atmósfera. Otro requerimiento novedoso en las iniciativas que se llevarán a cabo dentro del convenio es la utilización de energías renovables con el objetivo de contribuir a su implantación.

Otras posibles líneas de actuación se dirigirán a la mejora de los hábitats forestales y prevención de incendios; de los espacios fluviales, humedales y formaciones de ribera; la restauración de áreas degradadas; la mejora de la conectividad ecológica y paisajística, y la preservación de la biodiversidad; el refuerzo del tejido económico en la zona y la formación laboral de la población; o la realización de campañas de sensibilización relacionadas con los usos y buenas prácticas medioambientales.

Actuaciones en 2011

Durante el pasado año, la entidad financiera impulsó seis proyectos medioambientales en espacios naturales de La Rioja que facilitaron empleo a 40 personas. Entre ellos, destacaron los centrados en la lucha contra el cambio climático a través de la captura de CO2 atmosférico.

Hay que recordar que los bosques riojanos fijan en la actualidad el 31 por ciento de las emisiones totales de CO2 que se producen en La Rioja, lo cual confiere un papel trascendental en el ciclo del carbono. Y en el contexto de esa notable capacidad de captura de carbono de las masas arboladas, el caso específico de las choperas es particularmente interesante, pues sin duda se trata de los bosques de mayor capacidad productiva de cuantos existen en La Rioja y con mayor capacidad de lucha contra el cambio climático.

Ante ello, muchos de los proyectos realizados en el último convenio se han centrado la restauración de riberas en el río Najerilla. Con el objeto de aumentar el valor ambiental y biológico de las riberas del río Najerilla a su paso por los términos de San Asensio, Nájera, Baños de Río Tobía y Torremontalbo, se ha promovido la restauración de las mismas mediante la repoblación de sotos iniciándose así un nuevo ciclo biológico con especies características del bosque de ribera como álamos, sauces, alisos, fresnos, etc. Las actuaciones se han realizado en una superficie de 12,29 hectáreas.

También en tratamientos culturales de las choperas. Estos trabajos han tenido una doble finalidad: una función medioambiental (conservación de riberas, mejora del paisaje, protección de cultivos frente a la erosión, función como filtros verdes y fijadores de CO2) y una función socioeconómica dada la importante repercusión en términos de empleo.

Mejora de pistas forestales. Se realizan una serie de trabajos para mejorar el acceso a los Montes de Utilidad Pública 'La Santa' y 'Turruncún', en Munilla y Arnedo, reparándose 80,50 km de pistas forestales.

Tratamiento selvícola. Adecuación de las masas arboladas ubicadas en el Parque Natural Sierra de Cebollera, realizándose clareos, desbroces y podas, que contribuyen, por una parte, a la mejora de las condiciones biológicas, vegetativas y sanitarias de las masas y, por otra, a un incremento de la prevención de dichas masas frente al riesgo de incendios forestales.

Plantación de chopos en montes de utilidad pública. Los trabajos han consistido en preparar el terreno para el posterior ahoyado y plantación de chopos, una especie de máxima eficacia en la lucha contra el cambio climático. Se ha actuado en una superficie de 33,77 hectáreas.