La Fundación Picasso-Museo Casa Natal ha cedido 63 grabados de su colección a la Fundación Novacaixagalicia para ser expuestos en Pontevedra, bajo el título 'Picasso: El equilibrio y el vértigo', en la Sala de Exposiciones del Café Moderno, Centro Cultural Novacaixagalicia Pontevedra, entre el 15 de noviembre y el 20 de enero de 2013.

La exposición 'Picasso. El equilibrio y el vértigo' ofrece un diálogo visual entre los temas y las formas de Picasso a través de cuatro ejes temáticos que hayan su expresión mediante una importante selección de grabados del artista malagueño, según han informado este lunes desde el Ayuntamiento de Málaga a través de un comunicado.

Estas piezas, propiedad de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, muestran cómo ciertas formas y temas de Picasso se someten a reinterpretaciones y reformulaciones, en una labor de investigación e innovación que nunca se interrumpe y que alcanza resultados sorprendentes.

Secciones de la muestra

Los grupos femeninos que la Fundación Picasso presentan en esta sección —16 grabados— parte del más puro clasicismo y pasan de la simplicidad del trazo, enérgico y a la vez al servicio de un ideal de equilibrio y mediterraneidad, a la tensión dramática que a comienzos de la década de 1930 empleó para ilustrar 'Las Metamorfosis de Ovidio'.

En la década de 1940, estos grupos de mujeres oscilarán entre la experimentación formal que desarrolla las diversas variaciones en torno a Betsabé espiada por el rey David y la silenciosa quietud encarnada por dos amigas prontas a entregarse al sueño.

Finalmente, en los años 50, la mujer será la que exprese la alegría y la confianza en el futuro, sea a través de la danza o de la escena de circo que nos remite a la Época Rosa de Picasso y que aquí reúne a mujeres de diferentes generaciones abarcando el entero ciclo de la vida.

Por otra parte, como respuesta a las naturalezas muertas de la década de 1920, ejemplo de los resultados de las enseñanzas cubistas, en esta sección de la muestra —12 grabados— se encuentran dos bodegones de 1945 en el que la imprenta cubista se manifiesta especialmente en la taza de café y en el frutero con uvas.

Mientras, en las obras de 1946 las formas se hacen casi transparentes, reducidas a una geometrización de gran efectividad, en un intento por reducir las formas al mandato de la línea recta en un combate que el resto de piezas de esta década parecen llevar al campo contrario, el del volumen y la curva, para terminar, en 1954, con una imagen que nos devuelve a la ortodoxia cubista con la que comienza esta sección.

La inabarcable iconografía de Picasso, la multiplicidad de estilos y temas, han terminado fijando en el imaginario colectivo una imagen de lo que consideramos irrenunciablemente picassiano. Se trata de su surrealismo personal de líneas agresivas, crispadas, quebradas. Son esas figuras y esos rostros los que protagonizan la sección de rostros y figuras surrealistas, con un total de 15 grabados.

Por último, la muestra cuenta con 20 grabados que giran en torno al tema del pintor y su modelo junto a mujeres observadas. Por ejemplo, las imágenes, serenas y de sutil elegancia, con las que ilustró la fábula artística de Balzac 'La obra maestra desconocida', en las que el artista se debate, como el propio Picasso, entre la tradición y la innovación. Del mismo modo, es una constante en su obra que las mujeres, en una pose heredada del Renacimiento, se ofrezcan al artista tendidas y con los brazos recogidos sobre la cabeza.