El alcalde de Palma, Mateu Isern, ha explicado tras la presentación de los presupuestos municipales de 2013, los cuales ascienden a 363,96 millones de euros, lo que supone 20,92 millones menos que en 2012, que tiende la mano a la oposición para mejorar los mismos si las propuestas que los grupos presentan "son realistas".

En rueda de prensa, el primer edil ha afirmado que están "absolutamente dispuestos a escuchar" tanto al PSIB-PSOE como al PSM-IniciativaVerds-Entesa i Més per Menorca, pero ha advertido que sus ideas tienen que poder "encajarse" en los presupuestos presentados este lunes y deben "coincidir con la realidad".

Así, ha detallado que no aceptará proposiciones relacionadas con el cobro de la Ley de Capitalidad, que no ha podido ser cobrada en su totalidad, el pago de la deuda de la Comunidad Autónoma y la del Consell de Mallorca (que asciende a unos 50 millones) o con que no se tenga en cuenta el presupuesto financiero para pagar a bancos.

Isern ha asegurado que "asume la responsabilidad y el coste político" de que no se haya conseguido el total de la Ley de Capitalidad pero ha añadido que con ella al menos se ha conseguido la financiación del "Parque de Bomberos, el plurianual de Son Moix, así como el de diversas instalaciones deportivas".

En este sentido, ha insistido en que no se pidan los 40 millones de euros que debe la CAIB y los 10 millones del Consell porque, según ha dicho, "se tiene que aguantar con los recursos existentes y no con los que se podrían conseguir pero no se han conseguido".

A renglón seguido, ha pedido que no se caiga en la "demagogia" de que pedir no se pague a los bancos para atender a otros asuntos ya que "el presupuesto financiero no es una opción", porque son deudas que "están venciendo" y se tiene "la obligación de atenderlas".