Las obras de peatonalización de las calles Lealtad y Emilio Pino, que han comenzado este lunes, durarán seis meses, aunque pararán del 22 de diciembre al 14 de enero para afectar lo menos posible durante el periodo navideño y el comienzo de las rebajas.

El alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, y el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, han asistido al inicio de las obras junto a representantes de las asociaciones de comerciantes.

La ejecución de estas obras, que suponen una inversión municipal de 1.043.000 euros, se desarrollará en dos fases. La primera, que se prolongará hasta el 21 de diciembre, se centrará en la calle Lealtad, desde su confluencia con la calle Cádiz hasta las escaleras de la Catedral, y la calle Emilio Pino.

Para ello, el Ayuntamiento ya ha procedido a la retirada de los contenedores de residuos o los parquímetros de la OLA, entre otros elementos urbanos, lo que dará paso al vallado de la zona —con una altura de 1,20 metros para permitir que se vea la obra—, dejando libres las aceras para el paso de los ciudadanos.

La segunda fase comenzará el 15 de enero y afectará a la peatonalización de Lealtad, desde su confluencia con Calvo Sotelo hasta las escaleras de la Catedral, así como a la semipeatonalización del tramo de Lealtad entre la calle Cádiz y Calderón de la Barca.

También se procederá a trabajar en las aceras que en la anterior fase se habían dejado disponibles para los peatones, de forma que, a partir del mes de febrero, las obras se abordarán en su totalidad, según ha explicado Díaz, que ha afirmado que este procedimiento de ejecución se ha acordado con los comerciantes tras dos reuniones.

Por su parte, De la Serna ha destacado que esta actuación municipal generará actividad económica y creará empleo directo e indirecto durante su desarrollo. Además ha asegurado que ésta se ha "diseñado y pensado" para "fortalecer y relanzar" la actividad comercial.

Actuación "beneficiosa"

También ha ensalzado que esta peatonalización será "beneficiosa" no sólo para los comerciantes, sino también para los vecinos que dispondrán de nuevos espacios urbanos, como la gran plaza que se generará junto a las escaleras de la Catedral, y para los hosteleros de la zona, que ya han planteado la posibilidad de instalar terrazas.

Por otro lado, De la Serna ha explicado, a preguntas de la prensa, que los vehículos tienen, como alternativa a la circulación por Lealtad, la glorieta del Paseo Pereda y el túnel del Pasaje de Peña, así como la calle Cádiz con Calderón de la Barca, que será semipeatonal.