La Cofradía de las Ánimas de Zamora recuerda hoy a sus Difuntos con una procesión en el Camposanto

La Cofradía de las Ánimas de San Atilano de Zamora celebra mañana, como cada año, el Día de Difuntos en un acto en el que los fieles acuden al cementerio capitalino para recordar a sus seres queridos con una pequeña procesión por el Camposanto municipal.

La Cofradía de las Ánimas de San Atilano de Zamora celebra mañana, como cada año, el Día de Difuntos en un acto en el que los fieles acuden al cementerio capitalino para recordar a sus seres queridos con una pequeña procesión por el Camposanto municipal.

Tras una eucaristía a mediodía, el acto central de esta Cofradía está previsto para las 20.15 horas cuando los miembros de esta Hermandad zamorana se congregan en el cementerio de San Atilano en presencia del obispo de Zamora, Gregorio Martínez, que desde que se hizo cargo de la Diócesis es fiel a esta celebración.

"Todos los años suele venir el señor Obispo y es que desde la primera vez que contempló la celebración, se emocionó, y mañana también esperamos su presencia si el tiempo lo permite", ha indicado uno de los hermanos.

Una vez reunidos, comienzan los rezos y un amplio recorrido por el cementerio donde los cofrades mantienen sus oraciones en memoria de sus difuntos, y en algunos años han contado con la presencia de un coro gregoriano.

La procesión se celebra en fila de dos, con los cofrades vestidos de calle y con velas con las que iluminan el camino, además de portar el estandarte de esta Hermandad y también el de la Cofradía Luz y Vida, con la que están hermanados desde hace años ya que en Semana Santa también acuden al cementerio a rezar por las almas.

Tras el amplio recorrido de unos 30 minutos, regresan al punto de partida donde el Obispo da unas palabras y da por concluidas las celebraciones religiosas en las que también lucen el cristo crucificado que hay en la pequeña capilla del cementerio. Asimismo, visitan las tumbas de los hermanos de la Cofradía fallecidos este año.

Costumbre tradicional

El presidente de esta Cofradía de las Ánimas, Ángel Centeno, ha recordado que esta celebración, que proviene del siglo XIX, se retomó en el año 1962, aunque de una forma casual, y ha incidido en que es la única procesión de toda España que se celebra en un cementerio.

"Cada año nos encontrábamos en el cementerio varias personas que acudíamos a rezar, hasta que el entonces sacristán, Don Emilio, nos comentó la posibilidad de quedar al año siguiente para rezar allí un Rosario, y así fue evolucionando hasta ahora".

De hecho, Ángel Centeno ha aclarado que no se trata de un acto relacionado con la Semana Santa sino de un acto íntimo en el que los hermanos "y todos los que quieran" acuden a rezar por sus seres queridos.

La Cofradía cuenta con unos 320 miembros, pero sí es cierto que esta procesión ha llegado a contar con la presencia de un millar de personas ya que "viene quien quiere" y no nos cerramos a nadie.

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