STEC ha opinado este miércoles que la disminución del presupuesto de Educación que la disminución del presupuesto de Educación "por encima" del descenso del resto de partidas "desmiente" la apuesta del Ejecutivo regional por este ámbito y considera que la pérdida de más de 36 millones respecto a 2012, sumada a los recortes anteriores, "hipoteca el futuro" de los jóvenes.

A juicio de este sindicato, los Presupuestos Regionales aprobados el martes en Consejo de Gobierno son la "certificación" de que la educación para el Ejecutivo regional "no es una inversión de futuro, sino una pesada carga que dificulta cumplir el déficit".

STEC ha lamentado que el cumplimiento del objetivo de déficit es el "objetivo que guía" la actuación del presidente de Cantabria, Ignacio Diego, como del consejero de Educación, Miguel Ángel Serna.

"No se entiende de otra manera que, después de que hayan repetido hasta la saciedad, que la educación es una prioridad para el Gobierno de Cantabria, en los presupuestos de nuestra comunidad para el próximo año, el gasto educativo desciende un 7,2 por ciento, cuando la disminución general se queda en el 6%", ha censurado.

A su juicio, este "nuevo tijeretazo", tal y como lo ha calificado STEC, "va a dejar maltrecho" el margen de actuación de centros y profesores.

El sindicato ha denunciado que la educación de Cantabria ha perdido 70 millones de euros en tres años, desde los más de 549 millones presupuestados para 2010 a los 480 para el próximo año.

A la vista de las disminuciones de salarios de un 15 por ciento de los sueldos de los profesores, la pérdida de "centenares" de puestos de trabajo, la "masificación" en las aulas o la dismunución de becas y ayudas sufridas, según STEC en los dos últimos años, el sindicato cree que en 2013 habrá "nuevos despidos y un deterioro de calidad educativa".

En este sentido, STEC duda de que, "después del paso de Diego y Serna por el Gobierno" regional, Cantabria vaya a volver a ocupar "en mucho tiempo" los puestos que ostentaba en 2009 en el informe PISA en ámbitos como la competencia científica, en los que se situó por encima de países europeos tan avanzados como Francia, Austria, Suecia o Dinamarca.