La célebre bóveda de la Capilla Sixtina cumple medio milenio a punto de morir de éxito

  • Sus responsables estudian la posibilidad de reducir el número de visitantes que la recorren diariamente para preservar la gran obra de Miguel Ángel.
  • La solución también podría incluir un sistema de climatización adecuado.
Escena de 'La creación de Adán' perteneciente a la obra 'El juicio final' de la Capilla Sixtina.
Escena de 'La creación de Adán' perteneciente a la obra 'El juicio final' de la Capilla Sixtina.
Miguel Ángel
Escena de 'La creación de Adán' perteneciente a la obra 'El juicio final' de la Capilla Sixtina.

Era un cielo azul con estrellas doradas cuando Miguel Ángel Buonaroti se tendió sobre el andamio y esbozó la primera figura de lo que terminaría siendo una de las grandes obras del arte universal.

Los trabajos de decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina comenzaron en 1508 y no terminaron hasta el 31 de octubre de 1512, día en que se celebró con una misa del papa Julio II. Este miércoles será Benedicto XVI quien, a la misma hora, repita el mismo rito para festejar los 500 años de este hito artístico.

El quinto centenario coincide, además, con la advertencia hecha por el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, desde las páginas del diario La Repubblica, en la que asegura que habrá que "rebajar el número de visitas para no dañar el patrimonio" si no se interviene de inmediato con la instalación de un nuevo sistema de climatización.

Sus declaraciones han generado polémica, ya que en septiembre el mismo Paolucci desmintió este extremo y afirmó que acoger un número cerrado de visitantes era "impensable". "Estamos en la época del turismo de los grandes números, millones de personas quieren gozar de la cultura histórica; es un fenómeno del que somos perfectamente conscientes y debe de ser afrontado", defendió entonces.

Paolucci señala ahora como preocupantes elementos nocivos como el polvo, la presión antrópica (por las acciones del hombre), el anhídrido carbónico y cambios climáticos que cada visitante trae consigo y minan el microclima de la Capilla Sixtina. La solución, señala, pasa por la instalación a primeros de año de un sistema que quitará las partículas de polvo, cambiará el aire y estabilizará la temperatura.

También descarta cualquier tipo de restauración, como la que se llevó a cabo de 1984 a 1994, y que causó una gran controversia.

Censurada por sus desnudos

Situada junto a la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la Capilla Sixtina terminó de construirse en 1484 por orden del papa Sixto IV, que le dio nombre. Fue el artista Miguel Ángel quien le dio la fama mundial por las famosas imágenes del Génesis en su bóveda y también por el gigantesco mural que pintó 30 años después sobre el altar, El Juicio final.

En esta obra Miguel Ángel se autorretrató en un pellejo que porta San Bartolomé. Se consideró indecente por el gran número de desnudos y otro artista después 'tapó' las partes pudendas.

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