[Crónica SXSW 2014] Los 'selfies' de Elijah Wood y Robert Duvall

¿De qué se habla hoy en SXSW? De Lena Dunham (Girls) y su poder de convocatoria que ha llenado el teatro más grande dentro del Austin Convention Center, una sala extra donde se proyectaba y aún han tenido que poner televisiones en los pasillos. Mientras, el fugitivo Edward Snowden, desde Rusia, en una de sus raras apariciones públicas para hablar de las filtraciones a Wikileaks y el control del gobierno americano, no conseguía el ‘full house’. Así es Austin.

Y hoy hay una segunda pregunta, ¿en qué se hablaba en SXSW? En español. Carlos Marqués-Marcet, Nacho Vigalondo, Emilio Aragón y el mexicano Diego Luna presentaban sus películas: 10.000km, Open Windows, Una noche en el viejo México y César Chávez. La primera rodada en español, la segunda en inglés y las dos últimas en inglés (y algo de español). De la enorme oferta del día; sólo el pase de El gran hotel Budapest con la presencia de Wes Anderson y el de Frank han conseguido atraer más atención.

¿Qué hemos visto hoy? César Chávez, la historia del líder por los derechos de los campesinos, la mayoría inmigrantes mexicanos, en EE UU; que formó el primer sindicato y consiguió que se les reconocieran todos esos derechos, después de una larga lucha. Diego Luna dirige su tercera película y la más ambiciosa de producción. Un correcto biopic que recupera una figura importante para la comunidad hispana de EE UU en particular y para todo el país en general.

Una noche en el viejo México, un western moderno, un roadtrip tex-mex con Robert Duvall calzando de nuevo las botas y sombrero desde que estrenara Paloma solitaria, la película por la que la mayor parte de los americanos le recuerdan especialmente. Junto a Duvall en cada escena de la película, Jeremy Irvine (War Horse), como su nieto; y Angie Cepeda, una cantante mexicana. Los tres se encuentran en distintos momentos buscando su camino y entre los tres lo encontrarán con algo de acción. Puro cine americano en el que Emilio Aragón parece sentirse a gusto.

Frank, dirigida por Lenny Abrahamson, es una divertida, original y entrañable comedia sobre la creación artística, sobre la identidad, sobre lo que somos y lo que proyectamos hacia lo demás, sobre lo que queremos ser. Frank es Michael Fassbender, líder de una banda, que se pasará la película escondido debajo de una gran cabeza de grandes ojos y gran boca (“Las caras humanas también son raras, los ojos son como de ciencia-ficción, y no me hagas hablar de los labios”). Es impresionante cómo sólo con su cuerpo Fassbender consigue transmitir las sensaciones de cada momento: soledad, tristeza, locura… Junto a él, el cada vez mejor Domnhall Gleeson, Maggie Gyllenhaal, Carla Azar y François Civil, todos los miembros del grupo que intentará convertirse en algo mainstream, más convencional para triunfar, precisamente, en el SXSW. Paradójicamente, un poco lo que sufre la película hacia el final.

Y, por fin, Open Windows. Pases exprés agotados, premier llena… y primeras grandes impresiones del tercer largometraje de Nacho Vigalondo, una celebridad aquí en Austin. “100 minutos de selfie de Elijah Wood”, bromeaba por la mañana, y así es. Y 100 minutos de thriller emocionante, contado a través de diferentes pantallas. A esto se referían cuando hablaban de la utilidad y efectividad de la multipantalla. Eso sí, la cámara de mi ordenador ahora mismo está tapada. Esta maldita ventana indiscreta que nosotros mismos nos hemos abierto…

¿Qué te has perdido (y ya no se puede recuperar)? Me la he perdido, pero podré recuperarla y lo haré mañana mismo: 10.000km. No recuperaré la proyección del 40 aniversario de La matanza de Texas, una copia restaurada que presentaba el propio Tobe Hooper.

¿Con quién has hablado? Con Adrián García-Bogliano, el director argentino de Late Phases, su primera película en inglés y rodada en EE UU, que anoche encantó al público tan fan del género del festival. Con Emilio Aragón, Robert Duvall y Angie Cepeda, un poco antes de la premier mundial de Una noche en el viejo México. Los tres han explicado cómo sacaron adelante la película detrás de la que Duvall llevaba años: “Y entonces llegó él [señala a Emilio Aragón] con su experiencia, su dinero, su productora”, dijo el actor, encantado estaba de poder haber vuelto a calzarse un sombrero y botas de cowboy aunque tuvieran que rodar en 23 días. También he escuchado a Lena Dunham leer su vida ingeniosamente. Ha contado toda su experiencia desde que empezó como directora precisamente en SXSW con Creative Nonfiction y, sobre todo, con Tiny Furniture, que le abrió las puertas para el éxito de Girls. Dunham ha condenado la discriminación hacia las mujeres en la industria y ha dado una lista de las “cosas que no le importan”: las audiencias, Deadline Hollwyood, los republicanos (“Seguro que hay alguno majo, pero yo no lo he conocido”) y los cómicos que creen que las mujeres somos menos graciosas.

Y antes de las 9 de la mañana me he cruzado por la calle con un madrugador Richard Linklater, casi me tiro a sus brazos llorando por agradecerle ese peliculón que es Boyhood. Pero sólo he sonreído.

¿Qué has comido? Un rollo de espinacas, verduras y humus de los puestos que hay dentro del Austin Convention Center. Una y no más. Lección aprendida. Y, por fin, una cena en condiciones: sentada, una pizza crujiente de rúcula y pecorino en un sitio muy recomendable, The Backspace.

¿Qué esperas de la jornada de mañana? Charlar con Diego Luna y los protagonistas de César Chávez (Rosario Dawson, America Ferrera, Michael Peña); con Vigalondo, Sasha Grey y Elijah Wood de Open Windows; y con Carlos Marqués-Marcet y Natalia Tena, director y protagonista de 10.000Km. Con suerte llegaré a ver Beyond Clueless, justo antes de que el primer Godzilla, el clásico de 1954, aparezca por Austin para celebrar aniversario y abrir boca de cara al estreno del último Godzilla, de Gareth Edwards. Mañana además arranca la parte musical del festival. Ahora empieza lo bueno, dicen.

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@irenecrespo_